Antes, fue detectado en sotos portugueses debilitados por la avispilla
El sector de la castaña rebajó las perspectivas iniciales de la producción de 2021, pasando de más de un 70% a menos de la mitad de los 20 millones de kilos de un año normal. La estimación fue realizada por el presidente de la Indicación Xeográfica Protexida Castaña de Galicia, Xesús Quintá, cuando la campaña alcanza el ecuador.
Quintá culpó a la debilidad que la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) causó en los árboles, agravada por la acción de un hongo. “Nas zonas altas, arrasou a colleita. Preveíamos unha campaña estupenda e empezaron a amarelear as árbores e a caír os ourizos”, dijo el portavoz del sector. Explicó que este mismo problema surgió hace un lustro en los sotos portugueses, donde ya lo trataron. “En Portugal o teñen máis estudiado”, añadió.
El BNG lleva el hongo de los castaños al Parlamento
A su vez, el Bloque Nacionalista Galego presentó una batería de iniciativas en el Parlamento reclamando a la Consellería do Medio Rural “acción rápida e eficiente” para analizar la dolencia que sufren los castaños, y que ha hecho que la previsión de cosecha cayera en picado. Según los nacionalistas, algunas organizaciones agrarias prevén que se pierda hasta el 70% de la producción.
Esta semana, la diputada en el Parlamento de Galicia por el BNG, María Albert, se desplazó al concello de Viana do Bolo. Allí, acompañada por el grupo municipal nacionalista encabezado por Secundino Fernández, visitó varios sotos afectados del oriente provincial.
“O que hai un par de semanas era incerteza transformouse nunha dura realidade que deixará a campaña deste ano terríbelmente diezmada”, se lamentó Albert en referencia a la enfermedad que comenzaron a sufrir los castaños a principios de mes. Un varapalo a un sector que empezaba a levantar cabeza tras la crisis de la avispilla del castaño. El mal del que adolecen los sotos de la provincia, en sitios como las comarcas de Valdeorras y Viana, hace que los árboles se tiñan de marrón y que los erizos no se desarrollen correctamente.
María Albert opinó que “a Consellería de Medio Rural ten que tomar a iniciativa para obter unha diagnose clara e achegar posíbeis tratamentos”, por lo que instó al ejecutivo autonómico a pasar a la acción.
