El gran incendio forestal registrado en la comarca de Valdeorras el pasado mes de julio, que llegó a 10.500 hectáreas, tuvo una afectación en el suelo "de baja a moderada" en su mayor parte, y solo 42 hectáreas presentan "un índice alto de severidad".
Según los estudios realizados por los técnicos del Centro de Investigación Forestal de Lourizán en estos terrenos el riesgo de erosión en la mayor parte de la superficie afectada es bajo y no supone una modificación sustancial de sus propiedades, aunque hay 42 hectáreas más afectadas, principalmente en algunas laderas, por lo que aplicará una cobertura sobre el suelo quemado.
Así lo ha traslado Cristina Fernández, investigadora del centro, en el encuentro que el conselleiro del Medio Rural, José González, mantuvo esta mañana con representantes de las comunidades de montes en mancomún de Carballeda de Valdeorras, O Barco de Valdeorras y Rubiá, para analizar los daños causados por el incendio forestal, según ha informado la Xunta en una nota de prensa.
Tras la extinción del fuego, los esfuerzos se centra ahora en la recuperación del suelo y del potencial productivo de la zona, pero el conselleiro también ha recordado que los afectados están en plazo para solicitar los 4 millones de euros en ayudas convocadas por la Consellería de Medio Rural para reposición de las explotaciones forestales, agrícolas o ganaderas.
Además, en lo referente a la restauración de la zona, González recordó la hoja de ruta marcada desde hace más de un año por la Ley de la tierra agraria de Galicia, que recoge figuras como las aldeas modelo, de las que ya hay 21 aprobadas, y los polígonos agroforestales, con 10 ya iniciados y cinco en fase de actuaciones previas.
En total, más de 5.000 hectáreas de terreno están siendo movilizadas en el primer año de vigencia de la ley, según ha explicado, que implican a más de 7.000 propietarios de unas 28.000 parcelas.
