La falta de la vegetación, quemada por los incendios forestales de los últimos años, es causa de muchos desprendimientos

La lluvia deja en terrenos de O Barco y Carballeda un rosario de derrumbes

Tramo de carretera del acceso a Domiz, hundido a causa de un derrumbe.
El hundimiento de un tramo de aproximadamente 50 metros de la carretera OU-853, dejó sin su principal acceso a los 68 habitantes de Domiz y Candeda ( Carballeda de Valdeorras).
Desde el pasado jueves, están condenados a utilizar la pista que comunica ambos pueblos con Millarouso para acceder a la N-536 y a O Barco. La gran cantidad de agua de lluvia caída sobre el terreno y la formación de balsas en el Concello de Carballeda se señala como una causa, aunque no la única, del corrimiento de tierra que destrozó la infraestructura. Los incendios forestales juegan también un papel importante en el incremento de los desprendimientos de tierra, así como en los hundimientos de calzada en algunas carreteras, según Serafín González Prieto, presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural, y la alcaldesa de Carballeda, María del Carmen González.


VARIAS CAUSAS

Serafín González explicó que los factores que acentúan la acción de la lluvia y provocan los desprendimientos son múltiples. En Valdeorras coinciden una orografía montañosa -de fuertes pendientes-, el suelo metamórfico -con pizarra y esquisto-, y, además, están los incendios forestales. 'O solo espido facilita o impacto directo da auga e, ao estar queimado, pérdese a materia orgánica que é a que retén máis cantidade de auga. Non está o entramado de raíces que a retén. Os episodios de lume, moi probablemente, teñen que ver cos desprendementos. Os solos de boa parte de Valdeorras están moi degradados polo lume', aclaró el presidente de la Sociedade Galega de Historia Natural y científico del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La alcaldesa de Carballeda comparte su opinión. En tres días, María del Carmen González comprobó cómo la caída de una roca de varias toneladas cortó el tráfico de la carretera N-536, por la que circula buena parte del tráfico del sector de la pizarra, y observó el hundimiento del principal acceso a dos pueblos. Una vez liberada de obstáculos la carretera nacional, la alcaldesa se enfrenta al problema de Domiz y Candeda. 'Es una avería seria, que va a tener un coste elevado. Preocupa que pudiese haber provocado un deslizamiento en la base del puente', explicó.

La regidora también culpa a la lluvia y a los incendios de los desprendimientos: 'El agua castigó. Los fuegos aumentaron la erosión y provocaron arrastres. Antes, la vegetación retenía más la lluvia. Además, Carballeda tiene un suelo pizarroso y el agua corre más'.

Las intensas lluvias de las últimas semanas agudizaron la inestabilidad del terreno. Según los datos tomados por Meteogalicia en la estación de la Serra do Eixe (O Barco), los días lluviosos registrados entre el 1 de noviembre de 2012 y ayer fueron 100, prácticamente dos terceras partes. El 14 de diciembre marcó el máximo, recogiendo 47,5 litros por metro cuadrado. A su vez, los equipos de Lardeira (Carballeda de Valdeorras) contabilizaron 104 días de precipitaciones. Aquí, la jornada con más agua reunida también fue la del 14 de diciembre, cuando cayeron 65 litros por metro cuadrado. En todo caso, las condiciones meteorológicas adversas no finalizaron, pues las predicciones hablan de nuevas jornadas lluviosas entre el domingo y el miércoles próximos.


Obras paralizadas en A Cerámica

En O Barco, el terreno cedió a escasos metros de dos chalés de la urbanización A Cerámica y de una casa de Viloira los días 12 y 28 de marzo, respectivamente. Hace dos semanas se iniciaban las obras de cimentación junto a los chalés, que han tenido que ser paradas hasta que cesen las precipitaciones.


Alfredo García: “Es un problema de la abundante agua”

El alcalde de O Barco, Alfredo García, culpa exclusivamente a la gran cantidad de agua de lluvia caída en las últimas semanas de los desprendimientos de terreno y rocas. 'Creo que es un problema del abundante agua. El terreno no aguanta más', afirmó.

El regidor aseguró que los lugares donde se produjeron los derrumbes no pertenecen a los montes que sufrieron los efectos de las llamas en los últimos años. También argumentó que el verde vuelve a aflorar sobre los montes. 'Brotó todo lo quemado. Si no fuese así, hubiera habido problemas muy graves en la carretera N-536', expuso.

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