El Concello de O Barco se ve incapaz de frenar la proliferación de gatos callejeros en los parkings del paseo do Malecón, fundamentalmente, pero también de la avenida de la Estación. Se cuentan por docenas y acuden al reclamo de la comida que algunos vecinos abandonan en la calle. Estas acciones distan mucho de ser bien vistas por los propietarios de los vehículos, que observan como los animales los rayan y ensucian con frecuencia. 'Poden meterse no motor e causar moito dano', protestó un conductor.
Este malestar es conocido en el Concello, que periódicamente recibe quejas vecinales por este motivo. Lo apuntó ayer el teniente alcalde, Eduardo Ojea Arias, quien afirmó que 'la única solución es que los vecinos no les den de comer'.
El edil aseguró que este mismo problema ya lo tuvieron otras zonas de la villa, como Porto da Barca. En esas ocasiones anteriores, la Policía Local advirtió a los vecinos que no alimentasen a los animales, que abandonaron el lugar.
Eduardo Ojea resaltó las dificultades para localizar a quienes convocan a los grupos de gatos en los parkings. Recuerda que una norma municipal prohíbe alimentar a los animales en la vía pública, por lo que las personas que lo hacen se arriesgan a ser multados. En todo caso, el concejal planteó la posibilidad de colocar señales anunciando la prohibición de dejar comida en la calle.
El edil aseguró que este mismo problema ya lo tuvieron otras zonas de la villa, como Porto da Barca. En esas ocasiones anteriores, la Policía Local advirtió a los vecinos que no alimentasen a los animales, que abandonaron el lugar.
Eduardo Ojea resaltó las dificultades para localizar a quienes convocan a los grupos de gatos en los parkings. Recuerda que una norma municipal prohíbe alimentar a los animales en la vía pública, por lo que las personas que lo hacen se arriesgan a ser multados. En todo caso, el concejal planteó la posibilidad de colocar señales anunciando la prohibición de dejar comida en la calle.
