En el tramo de río Sil correspondiente al municipio de O Barco, de cinco kilómetros de longitud, hay 18 puntos de vertidos de aguas residuales autorizados por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. En ocho de ellos vierten viviendas y empresas de Coedo (tres), Alixo, Millarouso, Viloira (dos) y Forcadela. Los diez restantes son aliviaderos de la red de saneamiento del Concello. Los datos los anunció ayer el concelleiro de Medio Ambiente, Sanidade e Educación, Aurentino Alonso Araujo, después de informar de ellos en las dos comisiones municipales, extraordinaria y ordinaria, de ayer.
'Os aliviadeiros non son vertidos incontrolados, pertenecen á rede de saneamento. Impiden que reventen as tuberías coas tormentas o por un fallo das bombas', explicó Aurentino Alonso.
El concejal de Medio Ambiente también se refirió al punto de vertido de la calle Hernán Cortes, en el barrio de las Casas Baratas, y que este verano mereció las críticas de la oposición popular. 'Os técnicos do Consorcio de Augas de Valdeorras e do Concello estudian como o van resolver', comentó.
Esa misma oposición popular, que lidera Moisés Blanco Paradelo, fue la que solicitó la convocatoria de la comisión municipal extraordinaria. La pidió buscando recibir información de la contaminación microbiológica que obligó a cerrar la playa fluvial de O Barco durante una semana este verano y cuyo origen no fue determinado por los técnicos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Consorcio de Aguas de Valdeorras y Concello.
Aurentino Alonso explicó que en los años 2010, 2011 y 2012, tiempo que lleva el Concello en la Rede de Praias Fluviais de Galicia fueron realizados 34 análisis y sólo dos (realizados en 2012) indicaron que el agua no era apta para el baño.
El concejal de Medio Ambiente aprovechó la cita para informar de la reaparición del problema causado por el exceso de palomas en dos casas cerradas de la calle San Roque y del interés que una empresa mostró por la planta de compostaje, quemada en el incendio de 2012.
El concejal de Medio Ambiente también se refirió al punto de vertido de la calle Hernán Cortes, en el barrio de las Casas Baratas, y que este verano mereció las críticas de la oposición popular. 'Os técnicos do Consorcio de Augas de Valdeorras e do Concello estudian como o van resolver', comentó.
Esa misma oposición popular, que lidera Moisés Blanco Paradelo, fue la que solicitó la convocatoria de la comisión municipal extraordinaria. La pidió buscando recibir información de la contaminación microbiológica que obligó a cerrar la playa fluvial de O Barco durante una semana este verano y cuyo origen no fue determinado por los técnicos de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Consorcio de Aguas de Valdeorras y Concello.
Aurentino Alonso explicó que en los años 2010, 2011 y 2012, tiempo que lleva el Concello en la Rede de Praias Fluviais de Galicia fueron realizados 34 análisis y sólo dos (realizados en 2012) indicaron que el agua no era apta para el baño.
El concejal de Medio Ambiente aprovechó la cita para informar de la reaparición del problema causado por el exceso de palomas en dos casas cerradas de la calle San Roque y del interés que una empresa mostró por la planta de compostaje, quemada en el incendio de 2012.
