Los usuarios de la carretera N-120 pudieron observar el inicio de los trabajos de construcción de micropilotes en la estructura exterior del túnel de La Barosa (León).
La obra consiste en perforar el suelo hasta la roca para seguidamente inyectar hormigón. Los trabajos buscan consolidar uno de los muros sobre los que se asientan los deteriorados arcos que llevaron al Ministerio de Fomento a cortar el tráfico entre el citado túnel y O Barco, ofreciendo como alternativa la vieja y sinuosa N-536, una situación que aún podría prolongarse hasta casi las Navidades si se cumple el plazo de ocho semanas apuntado por fuentes próximas al ministerio hace una semana. Los transportistas consideran este periodo excesivo y amenazan con movilizarse.
La reapertura al tráfico de la carretera N-120 fue analizada ayer en O Barco por el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras y la alcaldesa de Carballeda, Agustín Hernández y María del Carmen González.
El conselleiro resaltó la preocupación de la Xunta por el corte de tráfico de la principal vía de comunicación de Valdeorras. 'Esperamos que o Ministerio de Fomento faga o maior esforzo para acortar os prazos', dijo Agustín Hernández. Afirmó que la solución es difícil. 'É delicado. O principal é garantir a seguridade', dijo, tras reconocer el fuerte impacto que el cierre de la N-120 está ocasionando a los valdeorreses.
En todo caso, el conselleiro aseguró que su departamento tiene los ojos puestos en la reunión convocada por los subdelegados del Gobierno en Ourense y León para las 12,30 horas de hoy. La cita fue fijada en el Consistorio de Carucedo (León) para informar a los alcaldes y portavoces de distintos colectivos empresariales y sociales del tiempo que la infraestructura aún permanecerá cerrada al tráfico, según los técnicos del Ministerio de Fomento. Esta medida podría prolongarse durante siete semanas y coincidirá con la aparición de las heladas y de otras inclemencias meteorológicas, que complicarán aún más la circulación por carreteras alternativas.
La reapertura al tráfico de la carretera N-120 fue analizada ayer en O Barco por el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras y la alcaldesa de Carballeda, Agustín Hernández y María del Carmen González.
El conselleiro resaltó la preocupación de la Xunta por el corte de tráfico de la principal vía de comunicación de Valdeorras. 'Esperamos que o Ministerio de Fomento faga o maior esforzo para acortar os prazos', dijo Agustín Hernández. Afirmó que la solución es difícil. 'É delicado. O principal é garantir a seguridade', dijo, tras reconocer el fuerte impacto que el cierre de la N-120 está ocasionando a los valdeorreses.
En todo caso, el conselleiro aseguró que su departamento tiene los ojos puestos en la reunión convocada por los subdelegados del Gobierno en Ourense y León para las 12,30 horas de hoy. La cita fue fijada en el Consistorio de Carucedo (León) para informar a los alcaldes y portavoces de distintos colectivos empresariales y sociales del tiempo que la infraestructura aún permanecerá cerrada al tráfico, según los técnicos del Ministerio de Fomento. Esta medida podría prolongarse durante siete semanas y coincidirá con la aparición de las heladas y de otras inclemencias meteorológicas, que complicarán aún más la circulación por carreteras alternativas.
