Después de esta confraternización, el día grande de la fiesta será hoy con la tradicional Festa do Cabrito y el desfile de folións y carrozas.
A la espera de que mañana llegue el pregón y el desfile de folións y carrozas, siempre y cuando el agua no lo impida, los vecinos de Vilariño de Conso ya iniciaron el Entroido más fraterno de todos. Durante dos noches consecutivas, los vecinos del municipio se encargaron de ser perfectos anfitriones de los folións de concellos vecinos. Así que la primera visita que recibieron llegó desde la tierra de Trives. Los visitantes, perfectamente distinguibles por sus colores verdes, haciendo honor a su origen, disfrutaron de la noche y de la hospitalidad de sus vecinos de Vilariño. Con los tambores sonando a todo ritmo, y la alegría en el cuerpo, el recorrido de calles se vio recomensado por la generosidad de algunos vecinos que no dudaron en salir con sus jarras de vino, y es que había que retomar fuerzas. Los trajes de los folións, como ya sucede todos los años, y resulta tradicional, llamaron considerablemente la atención. Aunque muchos vecinos, tal vez por el tiempo un poco desapacible, decidieron no disfrazarse eso no restó ni un ápice a la vivencia de un Entroido tan tradicional como el de Vilariño de Conso. Y mañana también es el día de retomar fuerzas de manera muy sabrosa, ya que toca la gran Festa do Cabrito, que va por su XXV edición, y que se ha ganado por méritos más que propios el reconocimiento de vecinos y visitantes. Entroido sin gastronomía resulta casi inconcebible en la provincia ourensana.
