La música y el agua toman la villa en el carnaval de verano, reuniendo a cientos de personas en la peculiar celebración
Metros cúbicos de agua cayeron ayer sobre Verín, en una ceremonia que se repite cada año y que nada tiene que ver con la meteorología, pero sí con las ganas de pasarlo bien. Un año más la Batucada ha dado popularidad a la villa y ha ejercido un gran poder de atracción sobre los visitantes. Verín tiene acreditada la fama de vivir como nadie el Entroido y sus vecinos hacen gala de una gran capacidad de transformación, incluso de divertida transgresión. La Batucada acaba siendo una especie de carnaval de verano, con gran cantidad de gente participando activamente con caracterizaciones también muy coloristas.
Pero el agua fue también la protagonista y los participantes en la celebración recorren las calles con dispositivos que echan agua y cuanta más mejor, partiendo de un primer baño con la espuma como protagonista. La plaza de García Barbón fue de nuevo la zona cero para la espuma, el agua y los manguerazos. Allí los bomberos municipales, como cada año, regaron a conciencia a los cientos de personas que hicieron el recorrido por el improvisado circuito. Esta especie de procesión continuó por varias calles de la villa y desde los balcones, al paso de la comitiva, los vecinos de Verín fueron echando agua también, como ordena la tradición.
La fiesta de la Batucada ya se había iniciado el viernes, pero ayer fue el día grande. A las 16:00 empezó la batalla con la fiesta de la espuma y el aclarado correspondiente. La Festa da Auga estuvo amenizada también por la discomóvil Gramola, que también protagonizaría el musical Mamma Mía en la plaza García Barbón a partir de las 23.00. Previamente, a las 19:00 tres charangas se encargaron de amenizar el recorrido por las calles de la villa.
Un evento para los más jóvenes y que preludia nuevas actividades
La fiesta del agua es una de las actividades lúdicas y festivas más celebradas del verano en la villa de Verín. Adquirió importancia notable durante los últimos años y preludia un mes de agosto con varios polos de atracción para entretener a los vecinos, pero también a los turistas. No defraudó ayer ni la batucada ni la fiesta del agua a los que se dieron cita en el recorrido. Es habitual la participación en grupo, formando incluso comparsas, inspirándose en cierto modo en el Entroido que proyecta a Verín mucho más allá de su territorio.
El buen tiempo ha sido nuevamente el aliado perfecto, aunque no hizo el calor de días pasados. Un público mayoritariamente joven ha sido el que más se ha implicado en una fiesta pensada sobre todo para ellos.
Con agosto llegan a la agenda de Verín otras iniciativas lúdicas o culturales, sin olvidar las promocionales, como lo pone de manifiesto la celebración de la Feira do Viño de Monterrei, a partir del día 7.
