Si se repasan los pronósticos veraniegos sobre la LEB Oro, pocos o ninguno acertarían la posición actual del Fuenlabrada. Ni las sensaciones. Los madrileños llegaban de la ACB con el único objetivo de volver de inmediato. Pelear por la primera plaza o, al menos, ser uno de los “nobles” en los play off. Y, aunque las matemáticas aún le dan la opción de “enganchar” la solicitada novena plaza, necesita una mejoría de alto voltaje para optar a ella. Eso, y que fallen los rivales que tiene por encima, entre ellos el COB. Una combinación que parece difícil de visualizar.
Han mirado, y todavía miran, más para abajo que para arriba este curso los de Toni Ten. Y no será por el ramillete de nombres que maneja el preparador castellonense. Pero no ha hallado la fórmula para conjuntar los diferentes talentos que tiene a su disposición. Eso sumado al ruido de sables que hubo en las estructuras internas del club. Pero ojo, los tiene y pueden explotar por momentos. Como muestra, el triunfo que lograron en el Pazo en el encuentro de la primera vuelta. Eso sí, siempre más por talento que por nivel de juego.
Entre esa nómina de ilustres está Tanner McGrew. Clave en el ascenso del Palencia el pasado curso, es la referencia ofensiva de los madrileños. A su vera, su compatriota Jordan Swing, un veterano de esto que ha encajado bien en cuanto a números con sus nuevos compañeros. También chispazos puntuales de Mateo Díaz, días inspirados del anotador Aranitovic, un Edu Durán que vale para un roto y para un descosido o un Pato Garino al que le estás costando ser el que fue.
Batería interior
Por dentro, mucho físico. El ímpetu amado por los compañeros y odiado por los rivales de Jorge Bilbao, la fortaleza de Abu Abdul-Malik para fajarse con los interiores contrarios o con una columna jónica si fuera necesario, o la capacidad atlética de Sy. Y como colofón, Van Zegeren, referente siempre en equipos de altos vuelos de la categoría, pero al que esta campaña le cuesta imponerse y está por debajo de lo esperado.
Un Fuenlabrada muy peligroso con la teoría en la mano, y menos fiero si se repasan los vídeos y los resultados. Pero la amenaza está ahí, latente. Si rompen a jugar tienen mimbres para dar un quebradero de cabeza a casi cualquiera. Tendrá que estar preparado el COB para todos los escenarios posibles si quiere seguir en el estado de felicidad que le produjo el triunfo ante el Estudiantes.
