Ovación conjunta con la bocina final tras el partido entre el COB y el Estudiantes. El veredicto del Pazo pone la nota a un partido espectacular y reconoce el esfuerzo de un COB que consiguió competir siempre y al talento, el nivel y la seriedad de un Estudiantes que demostró el porqué es candidato a regresar a una liga que es la suya.
En miércoles, el Pazo respondió como si fuese fin de semana. Gran entrada y ambiente de lujo para tratar de empujar a un COB que se quedó cortó de físico con la baja de Shaun Willet.
Que no estén Seydou Aboubacar y Stojan Gjuroski ha dejado de ser noticia, pero a la que se cae alguno más de la lista la balanza es demasiado complicada de equilibrar para un equipo de la zona baja, más todavía cuando enfrente está uno de la muy alta. Sin Willet el rebote fue un suplicio y el perímetro del Estudiantes jugó demasiado cómodo por momentos y más fresco de piernas siempre. Ahí estuvo la diferencia del partido. Las segundas opciones fueron clave en un marcador que decidió la puntería. Hugues, Jorgensen y Sola llevaban 7 triples al descanso fallando solo dos tiros. Todo el COB llevaba 2 y fallando 10. E incluso así estaba en partido. Un triple sobre la bocina en cada cuarto (Sola y Jorgensen) le dio a los colegiales 9 puntos de ventaja (32-41).
Hasta ahí Kur Kuath había agarrado a su equipo al partido apareciendo una y otra vez en la zona. 10 puntos para el africano. Cuestión de puntería y cerca del aro (o sobre él) es más fácil meterlas.
Más madera
Tras el descanso el COB cambió el guion. Fran Pilepic y Fahrudin Manjgafic aceptaron el reto y volvieron loca a la defensa del Estudiantes. La dupla “volcánica” encadenó 19 puntos entre los dos en los últimos cuatro minutos y pusieron patas arriba el Pazo (57-64). Fueron minuto de un acierto y un nivel de juego que demuestran el valor de una liga a la que el COB debe aferrarse y de la que el Estudiantes suspira por salir.
Cera le dio la razón a Guillermo Arenas y jugó casi toda la segunda mitad. Fue el base permanente de un equipo ourensano que tiene argumentos para arreglárselas en todas las posiciones, pero que desde el inicio de liga se está quedando corto en la que tiene más jugadores. El chaval cumple siempre, pero la manta no da para tapar al equipo.
Incluso así nunca dejó de creer el COB en la remontada. Empujado por una afición de play off obligó al sobresaliente a un Estudiantes que siempre tuvo calidad y criterio para salir del apuro. Hugues y Jorgesen nunca se fueron y Leimanis apareció a tiempo para dar el último empujón.
No fue suficiente una buena nota para ganar un partido que mantiene al COB anclado a la zona baja de la clasificación, pero que confirma que ha mejorado su juego para evitar agobios a medio plazo. El domingo toca visita a la cancha del Castellón y sufrir para ganar y disfrutar por jugar.
