COB y Estudiantes miden sus buenos momentos en el Paco Paz en un encuentro con aroma a clásico
Si la palabra “partidazo” se inventó por algún motivo, tiene que ser para describir lo que se vivirá esta noche en el Pazo. Había ganas, muchas, en la afición ourensana de recibir al Estudiantes. Un histórico con historia, tradición y un respaldo popular de categoría y cierta mística. Ha llegado el momento. Desde las 20:45 horas, el COB tratará de seguir con su tendencia al alza ante un adversario con cantidad, calidad y objetivos más elevados. Y, pese a cuadrar en un día entre semana, se espera ruido y ambiente en las gradas desde el primer segundo.
Los cobistas llegan reforzados tras su triunfo de oro en Gipuzkoa. Lo bueno que se intuía floreció y tapó unas carencias que existen pero que, controladas, te permiten competir contra cualquiera. Todavía sin Aboubacar ni Gjuroski y con algún “tocado”, el técnico Félix Alonso tendrá que exprimir al resto de jugadores. Una de esas citas que exigen estar 40 minutos al máximo. El COB dio en tierras vascas un paso adelante en anotación, dejando números sin precedentes este curso. Atrás, encajó más de la cuenta, como admitió el técnico leonés. Ese equilibrio será clave para tener opciones ante el Estudiantes. Tienen muchas vías para hacer daño. Y diferentes. Una tarea que no permitirá muchos bajones para evitar que se marche el caballo demasiado lejos.
Ritmos
La hoja de ruta a seguir es la misma que en el encuentro ante el Andorra. Aprovechar los momentos buenos y agarrarse al partido cuando vengan mal dadas. Desde el relevo en el banquillo, lo han ido consiguiendo a excepción de la segunda mitad en Lleida.
El partido puede ser una cuestión de ritmos. El que domine la batuta y se juegue a lo que desea, tendrá una parte avanzada. Los visitantes son acelerados por naturaleza. Tienen rotaciones para no quitar el pie del acelerador e intentar extenuar a su adversario con la táctica del martillo pilón. Los bases del COB entran en juego. Con Peciukevicius sólido, Cera cumpliendo con creces, la incógnita vuelve a posarse sobre el papel de Chaz Williams. Mal en Lleida y casi inédito en Gipuzkoa, se espera (necesita) un paso adelante del jugador dinámico que prometía ser. Una resurrección obligada por el bien común.
Y la efectividad será un grado. Quizá, por momentos, el acierto del último encuentro fuera anormal, sobre todo desde más allá de la línea de tres puntos. Pero que el COB tenía más tiro que lo demostrado en el primer tercio de competición, era cuestión de números. La llegada de Zamora, por supuesto, la aumentó. Sumado a Pilepic (con jugadas para él) y a la aportación del “trío de LEB Plata” (Nogués, Ventura y Del Águila), se progresa adecuadamente.
Por dentro, Kur Kuath volverá a tener una prueba de nivel, como le sucedió en su estreno ante el Andorra. Su capacidad de intimidación y rebote se necesitará en esta batalla y más con la ausencia de Aboubacar y los “cuatro” abiertos que tiene el COB en nómina.
Novedades
Aterrizan los madrileños en Ourense entre celebraciones y movimientos de mercado. Lo primero, los fastos por su 75 aniversario. Lo segundo, los fichajes de Agbelese (oficial) y Franch (oficioso). Por contra, Larsen y Atencia suman jornadas en la enfermería. El esconder las cartas es habitual en estas situaciones dejan en duda cuándo se producirá su regreso o su estreno. Atentos.
Los de Javi Rodríguez no han demostrado la solidez del Andorra o el Palencia, pero justo llegan al Pazo cotizando al alza. Acumulan tres alegrías consecutivas que han calmado las aguas que, si no revueltas, estaban nerviosas. Es su segunda temporada en una LEB Oro que para ellos es más bien plata. O bronce.
Un partido para ponerse el traje o vestido de gala. COB y Estudiantes vuelven a cruzar sus caminos 22 años después. No es en ACB, pero se cruzan. Con los dos en buen momento, una victoria en juego que vale mucho y una afición dispuesta a poner su granito de arena para irse a la cama con una sonrisa de oreja a oreja. El que pueda, que no se lo pierda.
