Hay equipo y más equilibrio, faltan minutos para repartir

OURENSE 19/02/2022.- Cob-Clavijo, partido de baloncesto, partido de baloncesto. José Paz
photo_camera Carter intenta taponar una acción ofensiva del Rioja en el duelo disputado en el Pazo (JOSÉ PAZ)

Las matemáticas no engañan. Un equipo de baloncesto dispone de 200 minutos -siempre en caso de que no haya prórrogas- para repartir entre sus jugadores en un partido. Hoy por hoy, el COB tiene una plantilla de 12 jugadores. Son 480 minutos. No hay para todos.

Evidente, no todos están para disputar el partido entero. Pero el gran problema del entrenador Armando Gómez  -algunos insisten en denominarlo "bendición"- es cómo gestionar y repartir los roles y tiempo de cada integrante.

Contra el Rioja el COB recuperó la "fábrica" del comienzo de temporada. Una nueva versión de factoría de última generación que aplastó al Clavijo en un cuarto y podría hacerlo con cualquier otro rival de la categoría. Tiene cantidad y calidad. Genios creativos y trabajadores infatigables.

Tiene ya el demandado equilibrio en el juego, con la mejor versión de Carter, Aboubacar y el atlético De Assis cerca del aro. El estilo -y parece también la filosofía del equipo- evolucionaron del concurso de triples desenfrenado a un concepto más mesurado y rico en opciones en campo.

Ahora, el gran reto del entrenador es decidir si mantener el concepto de bloque compacto con reparto socialcomunista de minutos, u optar por una idea más clásica y responder a la naturaleza del juego. La de establecer jerarquías entre la plantilla. Delimitar los minutos y las funciones de cada uno, otorgando el papel de líder y el poder que confiere el balón a dos, a lo sumo tres referencias.

Hasta el momento, parece claro que la elevada rotación que demanda la plantilla supone un problema de ritmo en el desarrollo del encuentro y otro de confianza en los jugadores. Tanto para los que disfrutan en cancha como para los que se desesperan en el banquillo.

Sin desmerecer el orgullo y la capacidad de reacción del rival, el resultado y la ventaja que el COB se ganó desde el comienzo, más pareció peligrar cuando el propio COB introdujo cambios y varió sus esquemas -a veces forzado por el devenir del encuentro, otras por las exigencias del guion- que por el empuje o peligro del rival.

Muchas incógnitas por resolver durante el parón de la liga. Sin confianzas. El COB llegó a dominar por 20. También a verse con inquietud sólo tres puntos arriba. Faltó regularidad.

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