Un empresario privado suma 600.000 a una operación bancaria que sigue incompleta para que el COB pueda lograr el ascenso
Mañana a las tres de la tarde. El plazo se agota. El COB tiene cada vez más claro que su futuro no estará en la Liga ACB pero ahora son los aficionados y los empresarios particulares los que dan el paso adelante. Las instituciones hace semanas que no mueven ficha y están estaticas en los 600.000 euros que está dispuesto a aprobar en pleno extraordinario el concello y la misma cantidad que aportaría la Diputación.
A la llamada a los accionistas y a los empresario apareció respuesta. Un particular confirmó el sábado que suma la misma cantidad que las instituciones, otros 600.000 euros que añadirían a la operación bancaria pero que no son todavía suficientes para concretar el ascenso a la Liga ACB.
Ahora mismo el COB contaría con algo más de 1.800.000 euros para una operación total de 2,9 millones de euros. A ellos añadiría los 1.8 que corresponden a su fondo de ascensos y descenso y una vía de patrocinios de cara a la campaña en la ACB.
La entidad bancaria que negocia la operación no considera suficiente a poco más de 24 horas para el fin de plazo el COB está a unos 300.000 euros del concretar la financiación que haría realidad el sueño del ascenso.
Los dos máximos accionistas, Concello y Diputación, están informados de la inversión que añadiría a la operación pero todo hace pensar que no habrá movimientos de última hora y que el COB renunciará a un ascenso que se ganó en la cancha de juego.
"Hasta el último minuto no vamos a dejar de pelar para intentar conseguir el sueño del ascenso a la Liga ACB", aseguraba el presidente del club, Antonio Gavilanes, cuando tomó la palabra en la concentración llevada a cabo ayer en la Plaza Mayor.
Concentración de aficionados
Y es que las peñas también hicieron acto de presencia en una historia complicada de explicar. Los peñistas consiguieron congregar a un 500 aficionados en la Plaza Mayor. El presidente de la peña Os Boinas, Rafael Fernández, leyó un comunicado, en el que exigía soluciones al ascenso y que acabó al grito popular de 'Ourense é ACB'.
La decepción es incuestionable en una afición magullada el verano pasado y que ahora se dispone a recibir el mayor golpe posible. La afición del COB sigue con impotencia como se le escapa un ascenso del que nadie dudaba, al menos por renuncia propia.
Hoy es el último día para que aparezcan soluciones. Está claro que todo pasa por la aparición de algún nuevo inversor privado o porque algunas de las entidades bancarias que tienen la operación sobre la mesa acepten una rebaja en sus pretensiones.
Ourense mira ya el reloj de una cuenta atrás que no conduce al desenlace deseado.
