El Gipuzkoa, rival mañana del COB, aterriza en el Pazo con el play off asegurado y sin opción de mejorar o empeorar su sexta plaza en la clasificación
Con la satisfacción del trabajo hecho y la confianza en acabarlo aún mejor. Así llega el Gipuzkoa al Pazo. El rival mañana del COB ha vuelto a cuajar una temporada regular más que notable. Incluso, por momentos, llegó a soñar con la matrícula de honor, pero le faltó ese esprint final para meterse en el vagón de los de muy arriba. El cuadro vasco, a falta de esta última jornada, sabe que es sexto. Pase lo que pase. No puede ir ni para atrás, ni para delante. Solo espera saber su rival en el play off, siendo el Tizona el que más opciones tiene.
Y es que los cruces condicionarán a un equipo que quiere hacer bueno eso de “Virgencita, que me quede como estoy” en esta jornada 34. Darle el día libre a los “tocados”, dosificar minutos, premiar a los menos habituales… Circunstancias que seguro tiene el entrenador Mikel Odriozola en su hoja de ruta porque en el Pazo tienen poco que ganar y mucho que perder si vienen mal dadas.
Un Gipuzkoa que ha vuelto a demostrar ser un bloque sólido, con una idea muy clara y una ejecución fiable. El poder del grupo no evita que algunas figuras luzcan con mayor brillo. Ese es Alex Barcello. El estadounidense ha tenido un impacto inmediato en su primer año en España. Máximo anotador y jugador más valorado. Casi nada. Por dentro, la referencia es un Aurrecoechea que sin ser la estrella que necesitaba ser en el Albacete, es un pívot de los buenos en la LEB Oro. A su vera, poniendo altura y experiencia, Sandi Marcius como “5” de toda la vida.
Jugadores de la casa
En la batería de nombres propios no se puede obviar a un siempre fiable Ander Martínez, el peso específico de Mikel Motos o la dirección de Xabi Oroz. Un núcleo duro “de la casa” salpicado con jugadores de nivel en una fórmula que está dando resultados año tras año sin atisbo de ser modificada.
Habrá que ver como gestiona Odriozola la baja de Carlson y los problemas físicos que arrastra Vrankic, dejando “cojo” el puesto de ala-pívot. El duelo ante el COB puede ser una buena ocasión para dar minutos a los jóvenes Skladanowski y Miranda.
Estos son los “invitados” para el baile de fin de temporada en el Pazo. Con la mirada puesta más allá, en el cruce donde se jugarán las habichuelas, el Gipuzkoa buscará mantener la dinámica positiva y evitar contratiempos ante un cuadro ourensano con ganas de marcharse con una sonrisa.
