Bienvenidos al COB. Antes Club Ourense Baloncesto. Desde la presente temporada, Cooperativa Obrera en Bloque.
En la puerta de esta próspera fábrica les recibe Armando Gómez, patrón y diseñador del innovador sistema de trabajo en cadena, cuyo objetivo es la producción de victorias para el objetivo de la empresa. Ese añorado ascenso que haga crecer los dividendos de sus accionistas.
El patrón Gómez no pierde mucho tiempo en buscar la ropa en su armario y cuenta en su cadena de montaje con un reputado grupo de profesionales, versados en las más diversas artes y oficios del baloncesto.
Como todo proceso automatizado, cierto es que el engranaje a veces se atasca, o no produce de forma tan fluida como demanda el consumidor, ayer en buen número en un Pazo cada vez más alegre y con menos restricciones.
Para esas situaciones, el patrón abre el manual, busca y encuentra el fallo en la cadena. Sí, a veces el problema es esa tuerca que se pasa de rosca llamada Dagur Jonsson. En otros momentos, la pieza es de facturación multinacional, se llama Franco Pennacchiotti y le falta engrase.
Gómez atornilla aquí, aprieta allá, desoxida, limpia y todo vuelve a funcionar. Incluso la tan voluminosa como frágil maquinaria que aparenta Darius Carter comienza ya a mover sus potentes pistones y vielas con cierto ritmo. Si mantiene esta progresión, pocas industrias podrán competir contra el pivot en el mercado de la LEB Plata.
El COB comienza a producir y sus rivales, hasta el momento, entran en la cadena de montaje con más o menos pretensiones, para salir perfectamente prensados, empaquetados con un lazo de regalo, cortesía de la casa.
El Navarra, con alergia a la zona y ritmo alegre, superó las dos primeras partes del proceso, pero en la planta del tercer cuarto no pudo evitar un parcial de 28-16 y ser arrollado por un COB en bloque, parecido a los toros de Dolores Aguirre. Los pamplonicas se sintieron como en casa.
La impresión es que la fábrica va a más. Los hombres de gris, que manejan las cuentas y las tendencias del mercado, auguran que estará a pleno rendimiento en unas semanas, cuando toquen los candidatos en la lucha por el ascenso.
¿Quién dice que trabajar en la fábrica es aburrido? Greg Gantt disfruta anotando triples, apretando tornillos y apilando cajas. Con tipos como Greg, levantamos el país en un periquete. Es el 'empleado del mes', sin duda.
