El COB prolongó una semana más su crisis de juego y, a diferencia de los tres anteriores partidos, sin el premio de una victoria para aspirar a la cabeza de su grupo.
El equipo entrenado por Armando Gómez aumentó esta semana su arsenal considerablemente, con las incorporaciones del anotador Brano Dukanovic, del atlético Julio de Assis y del director Alberto Martín. Mucha calidad. Quizá el equipo más temible de la competición, en hipotético caso de que logre ser un equipo.
Porque el técnico tiene ahora 12 jugadores de nivel y un solo balón. Los nuevos necesitarán tiempo de adaptación y los que están tendrán que asumir quizá otros roles.
La nueva fórmula no resultó en Pamplona. Salvo excepciones, los jugadores estuvieron blandos en defensa y poco inteligentes en ataque. Desde el banquillo, el excesivo baile de cambios -durante el tercer cuarto de forma notable- dió la sensación de desorientar por completo a un equipo ya despistado.
Navarra era un rival previsible, con juego libre, un solo pivot y mucha velocidad. Cuando el COB impuso un mínimo de seriedad en defensa y orden en ataque, remontó las diferencias de 10 puntos del primer período (25-15) y los 17 de un fatídico tercer cuarto (62-45).
Pero no fue lo habitual. La otrora temida defensa fue blanda y poco inteligente durante la mayor parte del partido. El ataque dio sensación de caos por momentos, sin orden, criterio ni lectura del juego. Sólo la extraordinaria calidad de los jugadores -Nogués y Lasenbergs se reivindicaron en el último cuarto- permitió remontar un partido lejos del alcance del resto.
Con una inesperada victoria casi hecha, 68-71 a falta de ocho segundos y balón en su poder, el COB fue perjudicado por una mala decisión arbitral. Cierto, los 'pasos' de Gantt fueron previos a varias faltas claras del rival. Tampoco fue acertada la falta cometida a Balastegui casi sin tiempo. Disfrutó de tres tiros libres para castigar al COB por sus tres pésimos cuartos anteriores.
