LEB ORO

Pensando ¿sólo? en el Oviedo

photo_camera Devin Wright intenta taponar una entrada del pívot del Breogán Mario Cabanas.
PRAT
COB
75
88
COB
Breogán

Adiós a la temporada regular con un buen entretenimiento en el Pazo. Nada menos que el clásico gallego por excelencia contra el eterno rival, el Breogán. 

Un partido siempre atractivo, por mucho que alguno de sus protagonistas estuviesen más pendientes del posible rival en el playoff, la próxima semana. Tan pendientes, que aspectos como la defensa pasaron a un segundo plano. Y ya se sabe que este COB, sin defensa, no llega muy lejos.

A falta de defensa, buenos fueron los puntos. Y muchos. A ráfagas y a cargo de un autor diferente en cada momento de la noche. 

Repasemos: El otrora desahuciado Kyle Hittle enlazó cuatro triples seguidos en el primer cuarto. Después añadió uno más para una serie de cinco de siete intentos.
Christian Díaz tomó el testigo del escolta, anotando y repartiendo juego, mucho mejor en carrera y contragolpe. Peor en ataque posicional. En defensa, mejor no comentar. Una noche de alegría.

Diego Kapelan se encargó del tercer cuarto. 11 puntos en apenas cinco minutos, con tres triples seguidos en la cara de un Salva Arco recibido en el Pazo con equilibrio entre aplausos y silbidos. Menor recuerdo dejó su compañero Rafa Huertas, muy entonado para rematar al COB al final del partido.

Momentos de mágica inspiración ourensana que el Breogán recuperó sin muchos problemas, magistralmente dirigidos por un Josep Franch cercano a niveles de Pedro Rivero. Todo será poco en el duro playoff que se avecina.

El Breogán, jugando un partido normal rozó los casi 90 puntos que promedia. La defensa del COB no estuvo al nivel habitual -cuando está bien, ojo- a excepción de un notable Devin Wright. Tan motivado como Salva Arco ante su exclub pero más efectivo.

Ocultar las armas

Sobre la defensa o la intensidad caben dos interpretaciones. Que el COB no pudiese más ante la calidad lucense, mermado por las bajas de Jukic y Flis. O que la cosigna fuese esconder las armas y proteger a los más castigados físicamente de cara al play off. Como se dice por el Miño, "xogar e non mancarse".

Si fuese lo primero, confirmaría una mala racha de juego y resultados en los últimos tres partidos. Si fuese lo segundo, habría que felicitarles por la buena labor de camuflaje, en especial durante la primera parte. El Oviedo espera ya el próximo viernes.

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