Los ourensanos perdieron el primer partido de los cuartos de final del playoff de ascenso por un palmeo cuando se agotaba el tiempo del lituano Sinica
El Club Ourense Baloncesto cayó derrotado en el primer partido del playoff de ascenso a la liga ACB ante el Burgos, en un gran choque que dominaron en la primera parte y en el que terminaron por ceder a falta de una décima.
El palmeo de Sinica cuando casi sonaba la bocina fue el inmerecido castigo para un COB que tuvo la victoria en sus manos. Imponente desde el salto inicial, pronto se sacudió los nervios y de la mano de Jhornan Zamora en los cinco primero minutos y de Diego Kapelan en los siguientes, dieron el primer susto a los locales.
Un 19-22, a pesar de una canasta de Roger Vilanova cuando sonaba la bocina de final del primer cuarto, mostró las cartas del equipo de Gonzalo García de Vitoria, entonado y con ganas de dar la sorpresa en un Plantío que mostró una entrada poco acorde al encuentro.
En el segundo acto, el Club Ourense Baloncesto llegó a gustarse sobre la cancha. En una actuación coral, los visitantes endosaron un 0-7 de parcial que hizo saltar las alarmas en Burgos. Por dos veces la renta llegó a los diez puntos (21-31 y 26-36) y solo un tiempo muerto de Diego Epifanio cortó la sangría.
Ahí, tras la reprimenda local, un 11-3 azulón apretó el marcador (37-39), salvando la renta los ourensanos en los últimos compases, gracias a los buenos minutos de Rejón (41-44).
La igualdad de los últimos dos minutos del segundo acto se alargó hasta el final del encuentro aunque la superioridad en la rotación del San Pablo Burgos comenzó a hacer acto de presencia.
Un nuevo parcial en contra del COB al inicio del cuarto puso a los locales por delante (53-47) pero cuando más lo necesitaban los ourensanos apareció el de siempre, Pedro Rivero.
Dos triples suyos devolvieron las tablas al marcador, recobrando la fe y la esperanza por lograr el primer resultado positivo de la eliminatoria (57-55).
El intercambio de golpes en forma de canasta fue la tónica en los últimos diez minutos de encuentro. En los momentos clave, los dos ascendidos la pasada temporada demostraron su calidad. Si Tomás Fernández azotó la línea de flotación del Burgos, Toncinic y Huertas se encargaron de mantener con vida a los locales.
A pesar de los intentos por ambos bandos al final todo se decidió en un cara o cruz que no benefició al COB. Con 71-72 y 12 segundos por jugar, Anton Maresch se jugó un tiro final que erró, pero que con calidad y un poco de fortuna Sinica palmeó a falta de una décima, dejando a los ourensanos con la miel en los labios.
Al final 73-72 en un gran encuentro que a pesar de la derrota debe servir como revulsivo para un equipo que debe disfrutar de la eliminatoria, consciente de que la victoria está cerca. Toca pensar en el domingo.
