Partidos con sabor añejo y victorias que valen mucho

Cera fue protagonista del encuentro. O. Pinal
photo_camera Cera fue protagonista del encuentro. O. Pinal

Un partido con sabor añejo, pero con la juventud como mejor exponente del futuro del baloncesto.

Llegar ayer a Os Remedios fue raro, creo que para todos. La grada tan pegada a la cancha, el parquet años 80 y como no, los banquillos en silla de chiringuito transportaron a todos a la época más tierna de la juventud de muchos y a los recuerdos en fotos de otros.

Porque Os Remedios es baloncesto, ya sea de formación o del propio COB. Muchos han y hemos jugado ahí y sabemos y de la importancia de un recinto tan emblemático en el que los de Armando Gómez sumaron una importante victoria en unas condiciones complicadas, más de lo que cabía esperar.

Las bajas de Lasenbergs y de Jónsson hicieron que Cera y Sima tuvieran que tomar protagonismo en un encuentro muy importante, más de lo que podría parecer.

Ahí, Josep Cera, el joven del pelo rizado (inédito para muchos de los asistentes en la grada) demostró estar preparado para asumir el reto cuando sea necesario. A pesar de los nervios y varios errores propios de la falta de experiencia terminó ovacionado por un pabellón que llevó en volandas a los suyos.

El dolor de Aboubacar

Mención aparte merece el descomunal esfuerzo que está haciendo el nigerino Seydou Aboubacar. Sus caras de sufrimiento en todos los movimientos que implicasen un giro repentino en su rodilla hacen que sus ocho puntos y ocho rebotes computen como si fuesen un 20+10. Mucho mérito el del interior, que a poco que recupere el tono será imparable, o sino que se lo digan a Marín (el del Morón), que tuvo la mala suerte de chocar contra él. Lo mejor está por llegar.

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