Las últimas tormentas en la ciudad de Ourense dejaron a la tercera urbe de Galicia al borde del colapso. Atascos de tráfico, obras a medio hacer destrozadas, alcantarillas problemáticas por falta de limpieza...
La situación llegó hasta tal punto que las obras en la calle Celso Emilio Ferreiro tendrán que reanudarse tras el empeoramiento del firme a consecuencia de las fuertes lluvias.
Y numerosas personas sufrieron daños en sus garajes, locales comerciales, vehículos o viviendas, dejando un reguero de incidencias por toda la ciudad.
En esta situación, la pregunta es clara: está claro que cualquier tormenta va a generar algún problema en el tráfico o el alcantarillado de cualquier ciudad, pero, en el caso de Ourense, ¿la situación se vio empeorada por la falta de limpieza y preparación? Y, por tanto, ¿está Ourense preparada para futuras tormentas?
