Opinión

¿POLÍTICA O ECONOMÍA?

Lo que nos faltaba es que las escoltas y los guardaespaldas se trasladaran ahora a la comunidad murciana. Pero la verdad es que leyendo lo que se escribe en determinados foros de Internet y, sobre todo, viendo lo que estamos viendo, no parece una posibilidad del todo descabellada: lanzamiento de huevos al domicilio particular del presidente regional, amenazas -con rotura de gafas y zarandeo- a su hija, paliza a un consejero y todo esto en Murcia.


No creo que sea bueno para nadie entrar ahora en la polémica de la autoría de la agresión sufrida por Pedro Alberto Cruz; cuando la policía detenga a los culpables todo estará mas claro, pero sí llama la atención que una comunidad en la que la ciudadanía confía de forma absolutamente mayoritaria en el PP, se pueda crear un clima de confrontación como el que ahora se vive. Si los votos dicen una cosa y el ambiente es otro, algo no funciona bien.


Y lo que no funciona bien son, al parecer, las medidas económicas tomadas por el gobierno regional para reducir el déficit de la comunidad; el problema es que esas medidas son las que parece querer tomar -y en algunos casos ha tomado- el presidente Zapatero, el mismo que hace apenas unas horas, declaraba al Financial Times que o las comunidades equilibraban su déficit o el intervendría el Gobierno para hacerlo. ¿Por qué entonces estas algaradas en Murcia y no pasa lo mismo en Madrid frente a La Moncloa? Cierto que hubo una huelga general de boca-chica y hasta una manifestación, pero allí no estaban dirigentes del PSOE como ocurre en Murcia.


Seguramente lo que falta aquí, lo que ha faltado desde hace mucho tiempo, es que alguien, a ser posible el presidente del Gobierno, se hubiera plantado frente a todos desde la pantalla de la televisión para decirnos que el país está si no al borde del precipicio, sí al menos peligrosamente cerca y hay que aligerar la casa y cualquier sacrificio va a ser poco y que todos vamos a tener que pagar más y cobrar menos y los primeros que lo van a hacer van a ser los gobiernos, el central y los autonómicos y que hay que recortar gastos y aguantar juntos hasta que remita el temporal. Pero no lo hizo.


No sólo no lo hizo sino que hizo lo contrario durante demasiado tiempo y esta fue la ciudad alegre y confiada cuyo florecimiento había sobrepasado ya a Italia y amenazaba a Francia. Después, cuando ya se vio que no, vio brotes verdes donde no los había y ahora, contra reloj, quiere reformas que no termina de hacer y pide sacrificios a las autonomías pero los sindicatos -y la oposición, el mismo PSOE- protesta en Murcia porque su gobierno sigue las pautas que se exigen desde el gobierno de Madrid. ¿Qué está pasando? ¿Es economía de crisis o es política según la comunidad que toque?

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