Opinión

¿SEGUNDA PARTE DE LA PRIMERA PARTE?

Ymira que lo siento porque uno tenía puestas ciertas esperanzas en el cambio, pero pasan los días con un gobierno nuevo y salvo el empalagoso optimismo del desparecido ZP, no parece que las cosas cambien demasiado. A ver, cambiar claro que cambian, pero cambian por sorpresa y casi a traición. Estamos viviendo una especie de segunda parte PP de la primera parte PSOE.


¿Y por qué a traición? Porque no se puede evitar una sonrisa cuando un destacado miembro del partido en el Gobierno aseguraba hace unos días muy ufano que la subida del IRPF 'había cogido a contrapié y por sorpresa al PSOE'. Hombre, al PSOE no sé, pero quienes de verdad se han sorprendido son los votantes del PP y más que se van a sorprender cuando pronto, quizás aún no haya fecha, Rajoy no tenga más remedio que subir también el IVA, que nunca lo ha descartado, limitándose a decir que 'no está en nuestras previsiones'; pero es que tampoco estaba subir el IRPF sino bajarlo y ya se ve que las previsiones van por una acera y la cruda realidad por otra.


Hablan de las herencias y puede que tengan razón; incluso acepto -como quien acepta pulpo como animal de compañía- que no tuvieran ni idea de la situación real del nuestras cuentas; vale. Lo que ya no acepto es que volvamos a decir una cosa aquí y la contraria allí, a que afirme algo el ministro de Hacienda que luego contradiga el de Economía, o a declarar en Alemania que se puede asegurar que se va a cumplir con el compromiso del déficit para que luego doña Soraya tenga que salir a 'matizar' lo dicho por Montoro asegurando que el Gobierno está muy por la labor de hacerlo. A ver, contradicciones las justas y mucho más si es el propio presidente el que ha asumido la ingrata tarea de presidir todo lo que afecta a la economía.


Y esa es otra; si Rajoy ha decido coordinar ese tema y da la casualidad de que, además, es el presidente del Gobierno, ya está tardando en dirigirse no sólo al Congreso sino a España entera para explicar lo extraordinario de la situación que obliga a estas medidas extraordinarias y cuales van a ser. Tiene que explicarnos la subida del IRPF, lo que va a hacer con la reforma laboral y qué va a pasar con los bancos y cajas. A mí este silencio me parece peligroso y las contradicciones que se empiezan a poner de manifiesto en el propio Ejecutivo no ayudan a tranquilizar a nadie. Seguimos en los cien días de crédito que no se le pueden negar a nadie, pero harían bien en vigilar de cerca lo que hacen, lo que dicen y cómo lo dicen no vaya a ser que la ciudadanía vuelva a tener esa sensación de provisionalidad que tuvimos en el gobierno del poco añorado Rodríguez Zapatero.

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