Opinión

Falsa Alarma 
en Andalucía

Que no cunda el pánico. Y si cunde que sea con motivo. No lo hay en el caso del atasco andaluz, por mucho que la presidenta de la Junta en funciones, Susana Díaz, amenace con repetir las elecciones si se mantiene el bloqueo a su investidura como candidata a repetir en el palacio de San Telmo. Falsa alarma. Su ataque de contrariedad empieza y termina en ella misma. Faltan razones objetivas para cursar la advertencia con un mínimo de verosimilitud, aunque la especie haya arraigado en un sector de los medios de comunicación.

Tres votaciones fallidas no alteran el diagnóstico de que resulta prematuro hablar de obstruccionismo, inestabilidad o bloqueo, en base a planes supuestamente deliberados por parte de los partidos que tienen en su mano la fumata blanca (PP, Ciudadanos, IU y Podemos). Es prematuro y carece de sentido. Por las dos razones que trato de explicar:

La primera nos remite a una simple tregua técnica. La espera es obligada. Hasta las orillas del Guadalquivir saben que ninguna de las organizaciones políticas concernidas desea retratarse antes del recuento electoral del 24 de mayo (autonómicas y municipales). Ese día se habrán repartido cartas nuevas y los partidos tendrán más elementos de juicio para saber lo que les conviene en materia de pactos.

La segunda también es una cuestión de calendario. No tiene sentido hablar de boicot cuando falta mes y medio para que sea real y verdadero el riesgo de repetir las elecciones. Entonces se habrá agotado el plazo legal que obliga a convocarlas si antes el Parlamento regional no ha otorgado la confianza a la candidata. Y esa será la hora de acusar con fundamento a tal o cual partido, o a más de uno, de impedir deliberadamente el funcionamiento de la institución.

Llegado ese momento, ya se verá quién carga con el sambenito del obstruccionismo cuando haya que permitir a Susana Díaz la formación de gobierno sin que haya otra alternativa. También en eso los partidos tendrán que retratarse ¿Quién querrá entonces convertirse en factor de bloqueo por una simple abstención que no compromete a nada? No me imagino al PP renegando de pronto de la doctrina Rajoy sobre la lista más votada y la estabilidad, divino tesoro.

Así están las cosas, con una Susana Díaz acusando del atasco al resto de los partidos en liza y al resto de los partidos en liza acusándola a ella de habérselo buscado. A mi juicio, nadie está libre de culpa. Todos están haciendo aportaciones a un creciente abaratamiento de la actividad política.

Ya tengo escrito muchas veces que la candidata socialista no es la más indicada para reprochar el tacticismo de otros después del cálculo partidista que la impulsó a adelantar las elecciones. En todo caso, sus adversarios siempre podrán invertir la carga de la prueba. Les basta con denunciar su incapacidad de ganarse a quienes también están en su derecho de rechazar el programa de la aspirante.

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