Opinión

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

Al adentrarse en el insondable misterio del Universo recreado en documentales y comentados por los prestigiosos científicos que lo estudian, el cerebro queda incapacitado para asimilar las miles de teorías que sobre él se desprenden. Ello permite tomar conciencia de la insignificancia y pequeñez infinitesimal del ser humano, y de las preguntas eternas que vuelven de inmediato: ¿qué es el hombre en medio de tan incomprensible prodigio del que toma parte, y por qué? ¿Es verdad, según se dice, que en el cerebro humano se esconde todo el Cosmos? ¿Qué existe dentro de esa copia de nuez blanda y vulnerable, y qué papel juega la percepción?


La neurociencia empieza a responder a muchas de las incógnitas inquietantes, ante los acontecimientos que provoca la Humanidad y la reacción a los mismos. ¿El hombre es bueno o malo, héroe o desalmado, semidiós o monstruo? Los filósofos siempre trataron de determinar este misterio. Sócrates o Rousseau, entre otros, creían que era bueno. Sin embargo muchos, como Maquiavelo o Hobbes opinaban todo lo contrario. Pero todavía no hay una respuesta definitiva al dilema. El lego se pregunta, ¿qué es la bondad o la maldad? Un ser humano ante la misma circunstancia puede reaccionar de forma distinta dependiendo ¿de qué?


La neurociencia demuestra que un pequeño porcentaje de personas son buenas y cumplidoras de las leyes. Que otro porcentaje menor, actúa antisocialmente, y que un porcentaje mínimo de sujetos, son los peligrosos. Pero lo verdaderamente interesante está en que la gran mayoría de los mortales, que es la que ocupa la 'tierra de nadie', se comporta mal o bien de forma aleatoria, aunque no se obvian claros ejemplos que hablan de que el deterioro del medio en el que vive la persona incide en el deterioro de su moral. En estos estudios, intervienen de forma concluyente, Malcolm Gladwell, quién recogió datos del trabajo en su libro The Tipping point, el sociólogo holandés Kees Keizer y Adolf Tobeña, catedrático de Psiquiatría en la UAB, entre otros científicos de fama mundial.


En resumen, que tal y como decía Ortega y Gasset, en muchos casos se da el 'yo soy yo y mis circunstancias y si no las salvo a ellas no me salvo a mi.' El hombre se mueve dentro de unas condiciones concretas, y si las mismas son negativas y no las supera, su comportamiento estará acorde con las mismas.


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