Opinión

Rebaja de impuestos para todos

Menos impuestos es igual a creación de empleo. Esta es la línea que se debe seguir si queremos combatir las desigualdades sociales. Menos impuestos significa más recursos económicos en poder de familias y empresas que deberán contribuir a aumentar el consumo interno del gasto de los hogares (que ha descendido nuevamente por quinto ano consecutivo y que ha caído hasta un 3, 7% respecto al ejercicio anterior), para que así podamos romper una espiral que ya ha asfixiado económicamente a decenas de miles de actividades económicas en los últimos años en nuestra comunidad y que ha puesto contra las cuerdas a miles de familias gallegas.

La reforma fiscal no debe contemplar ni una subida del IVA -no lo contempla-, ni tampoco un incremento injusto del IBI. Y aquí abro otro paréntesis sobre los impuestos de carácter municipal y presupuestos de administraciones locales, que es todo un aviso a navegantes a menos de un año de unas elecciones municipales: no se trata ahora de que los alcaldes se pongan a hacer obras o ejecutar proyectos como desesperados en los próximos meses, despilfarrando el dinero público para asegurarse únicamente una carrera de inauguraciones de cara a los ciudadanos antes de las elecciones, practicando así una economía municipal de tierra quemada para quien tenga que abordar posteriormente la gestión de ese ayuntamiento. Eso se convertiría solamente en un desprecio absoluto en la gestión de los dineros públicos de los ciudadanos, así como una gravísima irresponsabilidad. Como de igual forma también lo sería aprobar o apoyar presupuestos ficticios e irreales y difícilmente justificables, tanto en su forma como contenido.

Pero siguiendo con el análisis de la reforma fiscal, debo manifestar mi agrado porque se hayan reducido de siete a un máximo de cinco los tramos del IRPF (en 2016 el tipo máximo quedará en el 45% y el mínimo en el 19%). El IRPF bajará a partir de 2015 una media del 12,5% para el conjunto de los contribuyentes, y un promedio del 23,5% para los que ganen menos de 24.000 euros anuales. Además, algunos colectivos, como familias numerosas, con hijos, ascendientes o discapacitados, recibirán una deducción que se podrá cobrar por adelantado de 1.200 euros anuales, que podrá ampliarse, según la situación personal de cada uno de los contribuyentes.

Rebaja también para el impuesto de sociedades del 30% al 25%. Una reducción que se realizará en dos años y que empezará en enero de 2015.

Se mantendrán las deducciones en I+D para las empresas y mejorarán las ayudas fiscales a las madres trabajadoras, así como se rebajará la retención de los autónomos y se fijarán tipos progresivos, rebajando el de retención al colectivo de los autónomos del 21% al 19%, fijando un gravamen más reducido para aquellos con menor renta. En definitiva , oxígeno para empresas y familias, que se debe traducir en creación de empleo, que a fin de cuentas es lo único que puede reactivar y sostener una economía de crecimiento.

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