Fueron muchos los jóvenes ourensanos que en los años sesenta -cercanos los 70- ante la propuesta de un trabajo en la construcción de la central nuclear de Garoña se echaron la mochila al hombro y a golpe de dedo (auto stop) emprendieron el camino hacia la provincia de Burgos. Entre ellos dos buenos amigos, Cesar Prada y Paco Boimorto. Llegada la noche y descansando en la tienda de campaña -no había posibilidad de mejor alojamiento- Cesar sobresaltado advierte a su compañero: "Oio ruido, deben ser lobos".
Paco le tranquiliza "non pasa nada". Cesar insiste "oio voces". "¿Cómo?", exclama Paco."Eso si é malo pois as persoas son peores que os lobos". No es Paco una persona que se amilane, mucho menos Cesar -sí, el que están pensando-, para nada sumisos ante quienes al servicio de los dominantes en una época de infausto recuerdo imponían un orden establecido.
El futuro no es un regalo, es una conquista donde no hay sitio para los escépticos, temerosos, dudosos sobre lo que se puede lograr.
Alguna vez leí que el tren pasa una sola vez. Con el tiempo me di cuenta de que sigue pasando pero con pasajeros distintos. El camino iniciado ocho meses atrás no puede terminar en una sola noche. Lo único imposible es aquello que no se intenta. "Al fin y al cabo somos lo que hacemos para cambiar lo que somos" (E. Galeano) ¿Alguien lo hizo mejor? ¿Se esforzó más?
Lección de esfuerzo, acierto, brillantez para quienes de salida ya querían cercenar la ilusión de un histórico y el COB lo es. Y el play off su tótem. Ese punto donde historia e imaginación concuerdan. Los Suárez, García, Crujeiras. Fernández, Sony, McCann. Ahora Rivero, Arco, Fieler, Brothers, Suka-Umu...SIEMPRE esa grada orgullosa y soñadora sin límite. De haberlo al final y tras la victoria en la cancha, nos vemos en la nube.
