Acaba de publicarse una interesante monografía sobre uno de los más insignes obispos de la diócesis ourensana. Se titula 'El cardenal Pedro de Quevedo y Quintano en las Cortes de Cádiz'. Su autor es José Ramón Hernández Figueiredo, joven sacerdote ourensano, escritor e investigador, doctor en Historia Eclesiástica y profesor de esta asignatura en el Instituto Teológico Divino Maestro de Ourense y en el Instituto Teológico Compostelano con varias interesantes publicaciones en su haber, todas ellas referidas a la vida e historia de la iglesia ourensana.
Quisiera poner de relieve en primer lugar la oportunidad de la publicación del libro que nos ocupa, ya que parte de la actividad política o parapolítica de este obispo ourensano transcurrió en los años de la institución de las Cortes gaditanas y de la elaboración de su obra legislativa, cuyo bicentenario se acaba de cumplir.
Con este estudio, el autor ha querido acercarse a la polifacética figura y vasta obra de don Pedro de Quevedo y Quintano, la gloria más alta del episcopologio auriense, al menos por lo que se refiere a la época contemporánea, y recuperar la memoria histórica actualizada de un prelado tan insigne.
En efecto, quien hubiera quedado en la memoria local de la diócesis auriense como el prototipo de obispo hospitalario y caritativo (fundador del Seminario Conciliar, del Colegio de las Expósitas de Las Mercedes, anfitrión de 300 clérigos emigrados franceses) por el torbellino de los acontecimientos socio-políticos que vivió el pueblo español a partir de 1808, se situó en medio del escenario político, pasando a formar parte de la historia general de España como lo confirman los cargos que desempeñó: Consejero del rey Carlos IV, diputado de la Junta de Bayona, presidente del Consejo de Regencia, presidente en la inauguración de las Cortes gaditanas, exiliado en San Pedro de Tourem (Portugal) y presbítero cardenal de la Santa Iglesia Romana.
El libro consta de trece capítulos. Los seis primeros se refieren a la biografía del ínclito obispo y los siete restantes tratan de su relación con las Cortes gaditanas. Está escrito con estilo sencillo y claro, apto para toda clase de lectores y, al mismo tiempo, elegante y preciso que invita a la lectura.
Me permito terminar afirmando que no conocer la biografía del cardenal Quevedo es ignorar una parte importante de la historia contemporánea de Ourense. El personaje en cuestión y su intervención en la historia de España merecían por sí mismos un estudio actualizado por todo lo que representó en aquellos tiempos de transición del antiguo régimen a la España liberal.
Agradecemos a don José Ramón el haber realizado tal labor y le felicitamos por esta aportación tan valiosa.
