Opinión

Los amigos

En el encuentro del papa Francisco con los jóvenes italianos en el estadio de San Siro de Milán, que comenzábamos a comentar el pasado domingo, habló de la necesaria amistad que los jóvenes deben tener en sus vidas. Después de hablarles de los abuelos, les recordó la amistad entre jóvenes y adolescentes. Ya lo recuerda el dicho de que “un amigo es un tesoro”. Y todos tenemos en nuestra memoria a aquellos amigos de nuestra juventud, compañeros de colegio a los que tenemos presentes pese a que los años nos van tiñendo de blanco nuestras cabezas. Los amigos de la juventud son aquellos que van perdurando.

 El papa llegó a decirles en aquel encuentro en el estadio del Inter y el Milán: “Jugad con los amigos, y sentid la alegría de jugar, sin insultarse. ¿Jesús jugaba o no? Convenceos, Jesús jugaba. Y jugaba con los amigos. Y nos hará bien jugar con los amigos, porque cuando el juego es limpio, nos enseña a respetar a los otros, a hacer equipo, a trabajar todos juntos. Y esto nos une a Jesús”.

Y otra cosa, añadió: “Pelearse con los amigos, ¿ayuda a conocer a Jesús? (¡noooo!). Si uno se pelea, por cualquier excusa, la historia está acabada, ¿queda claro? A mí me ha ayudado mucho jugar con los amigos porque la educación debe ser armónica. Educar con las ideas, los valores, pero nunca educar sólo con las nociones o las ideas”. Recordó el caso de un alumno: “Era un fenómeno como futbolista, pero no se comportaba bien, y durante dos meses se le prohibió jugar. Un día, el entrenador habló con la directora y le pidió que el chico volviera a jugar, y le hizo capitán del equipo. Ahora el chico se sintió valorado, que podía dar lo mejor de sí, y comenzó no sólo a comportarse mejor, sino a mejorar todo el rendimiento. Esto es muy importante. Tras nuestros estudiantes hay algunos más preparados para el deporte. Un buen maestro sabe estimular las buenas cualidades, sin dejar las otras, buscando siempre la complementariedad”.

Un conjunto de consejos prácticos y necesarios y que revelan que este papa tiene los pies en la tierra y sabe por donde pisa. El papa concluyó alertando a los jóvenes sobre el “bullying”. “Por favor, escuchad y estad atentos, en vuestra escuela, si a alguno o a alguna le hacen ‘bullying’, se ríen de sus defectos, pensad: ¿me divierte hacerle pasar vergüenza? Pensad. Esto se llama ‘bullying”.

Hoy en día me da la impresión (y dejémoslo ahí) de que hay muchos manipuladores de los jóvenes. Se les dice lo que quieren oír cuando en realidad es necesario hablarles de lo que deben oír y el papa lo hace. En resumen, una época muy ayuna de lideres auténticos, de referentes ciertos y sólidos, de verdaderos amigos que es en lo que Francisco insistió en esta ocasión y siempre que habla a la juventud a la que se le ofrecen medios suficientes pero a veces mal orientados y faltos de contenidos duraderos. Sobran ocurrencias y vivencias pasajeras y se necesitan ideas y vivencias con contenidos.

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