Algo tendrá el agua cuando media España se pelea por ella, con la otra media decidida a convertirla en recurso y referente activo. Algo tendrá cuando en Zaragoza empeñan ahora su prestigio en la creación de un pequeño océano en mitad del Ebro, un canto al agua como nexo en la lucha por la sostenibilidad. Algo tendrá cuando la ourensana y ministra Espinosa la hizo primer punto de su agenda ministerial ante la últimamente manida y dicen urgente conducción de agua a Barcelona -que no trasvase- a la que se destinarán 180 millones de euros en seis meses; algo tendrá cuando es tres cuartas partes de nuestra superficie y el 75% del cuerpo humano.
Algo tendrá, en fin, cuando Ourense aspira en legitimidad a convertirse en capital termal -agua a la postre- de Galicia, poniendo en valor sus más que comprobados recursos minerales en capas subterráneas. Algo tendrá, lo dice siempre José Luis -compañero en esta puñetera labor de informar-, algo tendrá... cuando la bendicen.
