Opinión

Misericordia, Señor

Tú me mueves Señor, clavado en una cruz y escarnecido,/ muéveme ver tu cuerpo tan herido,/ muévenme tus afrentas,/ muéveme tu muerte”. Estamos en Semana Santa. Semana Santa de Misericordia como quiere el papa Francisco.

Cuando quienes no creen. Cuando muchos disfrutan estos días de playa y montaña, hay todavía en estas Españas quienes sentimos la Cruz que mueve las montañas y que perdura siglos.

A pesar de tener en Nuestra Santa Madre Iglesia Católica a quienes maltratan de palabra y obra a quienes con mucha o poca fe creen. ¿Cómo van a atraer a quienes no tienen la gracia de la fe?

Son, como dice Francisco, “los aduladores” de curias eclesiásticas. Los aduladores de quienes ostentan la jerarquía máxima en las diócesis. Para, como dice Francisco, “hacer carrerilla”. Los que no se enteran –no quieren enterarse- de que tienen que servir y no ser servidos. Y no ser martillos con los débiles.

Son los que impiden que nazca una vida nueva desde el momento de concepción. Los “selectos” que como el fariseo se ponen en primera fila y proclaman sus “virtudes”, despreciando al que pide misericordia y perdón desde la última.

“Y muéveme tu Amor y en tal manera,/ que aunque no hubiera Cielo yo te amara/ y aunque no hubiera infierno te temiera”. Paz, Señor y Misericordia, y perdona a los que no saben lo que hacen, ¿o sí?

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