Opinión

El imposible adiós a las armas en EEUU

En primer lugar, un paso en la buena dirección en el complicado seguramente imposible- adiós a las armas en el mundo. De ahora en adelante, quedarán sometidas a un mayor control, del lobo, un pelo.

El título 'Adiós a las Armas' de la novela de Ernest Hemingway procede de un verso homónimo del poeta inglés del XVII George Peele, 'Farewell too armas' y se convirtió con el tiempo en una repetida frase hecha que hizo fortuna y que nos sirve ahora para evocar el fin de cualquier enfrentamiento.

Las Naciones Unidas han aprobado este mes el primer pacto mundial sobre el comercio armamentista, el ejemplo no puede ser más oportuno e importante. Las ventas de las naciones exportadoras de armas quedan reguladas, estarán supeditadas a embargos y dependerán del respeto a los derechos humanos en los países compradores. La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó a principios de mes una resolución en la que aceptaba casi por unanimidad este primer Tratado del Comercio de Armas de la historia y hay que señalarlo con una piedra blanca. Sólo Irán, Corea del Norte y Siria, estados reprobados por la comunidad internacional, votaron en contra. Aunque 23 del total se abstuvieran y entre ellos Rusia China e India, la votación en el emblemático inconfundible edificio de la ONU, un elegante paralepípedo gris de la isla de Manhattan en Nueva York que se refleja en el río Hudson, se considera un gran avance para la paz mundial y en particular porque fue inpulsada y respaldada por Norteamérica, principal proveedor armamentísta del globo. Avance no definitivo, ahora cada país debe firmar y ratificar el tratado, un proceso que durará al menos dos años, 'no se tomó Zamora en una hora', como reza el refrán castellano, 'Rome wasn't built in a day', como dice el provernio inglés.

Aparte de su valor intrínseco, el acuerdo tiene la virtud de haber incluido a los principales países vendedores de armas,: EEUU ( 6.900 millones de euros anuales por esta partida), Alemania (936 millones), Franccia (857 millones), Reino Unido (710 millones). Se abstuvieron Rusia (6.240 millones) y China (1.400 millones). La retahila produce escalofríos por su potencial destructor, el planeta es un barril de pólvora, de ahí la importancia del compromiso.


EL GENOCIDIO INDIO

Esto en cuanto a las armas en manos de los países. En manos individuales todavía resulta más inquietante. Por ejemplo, entre los estadounidenses, la proporción de posesión de armas es peligrosa: un norteamericano, un arma de fuego, 315 millones 550 mil estadounidenses, otras tantas armas. La población de la primera superpotencia está armada hasta los ientes. El presidente Obama consideró que era demasiado y ha decidido emprender la difícil tarea de rebajar el nivel de armamento de sus conciudadanos, no sólo resulta innecesario sino que además provoca repetidas matanzas masivas que dejan pasmado y horrorizado al ciudadano medio y al mundo entero.

El apego a las armas de los norteamericanos hunde sus raíces en su corta historia, los colonos venidos de Europa arrebataron rifle en mano sus tierras a las tribus indias que ocupaban el territorio desde tiempo inmemorial. Pero lo que selló para siempre el origen de los USA fue la colonización de todo su vasto territorio, narrado una y mil veces por el cine norteamericano que creó un género, el Western, que exaltó como una gran epopeya la conquista del Oeste en la que los indios aparecen siempre como una raza inferior de salvajes cuyas costumbres, creencias, ritos y vidas estaba justificado destruir por los pioneros. A principios del siglo XVII había diez milllones de indígenas en América del Norte que quedaron reducidos a um cuarto de millón a finales del siglo XIX y a 250.000 personas hoy en día. Con el lema de 'el mejor indio es un indio muerto', Apaches, Siux, Comanches, Navajos, Cheyennes fueron aniquilados impunemente con fusiles a repetición y toda clase de armas de fuego en una de las mayores masacres racistas que han sucedido. Y nadie ha pedido perdón por la matanza.


VERGONZOSO CASO PRÁCTICO

Y ahora un brutal caso práctico que prueba que la violencia insensata sigue causando estragos en EEUU. Combinada con el fanatismo integrista provoca desastres, como el reciente atentado ocurrido en Boston (Massachussetts) el 15 de abril pasado, el primero desde el de las Torres Gemelas en Nueva York que tuvo lugar el 11 de Septiembre de 2011 y causó 3.000 muertos y 6.000 heridos.

En una manifestación deportiva tan pacífica como un maratón choca aún más este atentado terrorista perpetrado por dos jóvenes hermanos de familia oriunda de Chechenia (Rusia) pero de nacionalidad estadounidense ,que causó en el centro de Boston tres muertos ( entre ellos un niño de 8 años ), así como 176 heridos, muchos resultaron con amputaciones debido a la fuerza de la deflagración. Dos potentes artefactos explosivos estallaron cerca de la meta de la carrera provocando el pánico entre los participantes en la prueba y la gente que presenciaba la 117 edición del tradicional maratón que suele concentrar a más de 20.000 personas a lo largo del recorrido. La preparación del ataque fue deficiente, basada sólo en la sorpresa, con un plan de huida precario fácilmente imaginado por la policía que dio pronto con los fugados.

Mucho odio a Occidente en estos dos terroristas 'madcaps' cabezas quemadas), como se les llama, adoctrinados por ideas islamistas pero actuando como células independientes y autónomas según la táctica de Al Qaeda.

La policía de Boston reaccionó con gran rapidez y controló en 48 horas la situación ayudada por el FBI. El mayor de los terroristas, Tamerlan, de 26 años, fue abatido por las fuerzas de seguridad; el menor, Dzhokhar, de 19, escapó pero luego fue acorralado y está preso en una carcel federal, malherido. No puede hablar por haber recibido un tiro en la garganta pero ha escrito que cometieron el atentado 'para defender el islam', una pretensión a todas luces absurda, altisonante y desproporcionada, que se ha revelado terrible. 'Boston volverá a correr, celebrará su maratón número 118 el año próximo', aseguró por su parte solemnemente el presidente Barack Obama. El peso de la ley caerá sobre los culpables, añadió con determinación.

A pesar de las últimas anotaciones pesimistas resumidas en estos tres casos -fascinación por lass armas, historia violenta y rebrotes racistas- hay que reconocer que Norteamérica se ha ido moderando con el paso del tiempo y la evolución de las ideas sobre todo con su presidente actual, ya en su segundo mandato, Barack Obama, símbolo del antiracismo, ecuánime, elocuente y sereno.Es favorable a la negociación para resolver los problemas y los diferendos dentro y fuera del país y pese a la presión del poderoso complejo industrial militar que quiere mantener la carrera de armamentos de los que hemos hablado antes, pacifista. Lo que no es poco.

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