Opinión

Intenciones, proyectos, ¡olvidos!

Y es que el olvido de las intenciones es la tontería que más frecuentemente se comete. Pero, en el caso que nos ocupa, hay algo peor que una tontería: existe un error descomunal, de cálculo, en forma de mentiras travestidas de olvido, a través del tiempo. Un oportunista juego de poner sordina a los estruendos, lo cual resulta vibrante al principio pero desolador al final.


Una semana después de las elecciones gallegas, con el consabido cambio de gobierno, este periódico nos informó ‘En portada’ de que la provincia acumula más de 600 millones de euros en proyectos pendientes de la Xunta. Si desean saber mi opinión, respecto a la cantidad, les podría decir que hasta me parece poco; pues soy de los que me fui creyendo que, en esa carrera frenética de competencia sin límites con la que nos obsequiaron socialistas y nacionalistas, en la nada escrupulosa acción de estar presentando proyectos, intenciones y el ‘imos facer’, durante estos cuatro años, ya uno se hacía a la idea que los euros no los sacaban precisamente de sus bolsillos.


Que si ‘Val da Rabeda’, presentado hace tres años y con el horizonte puesto en el 2030; Plaza de Abastos, Ronda Bulevar, centros de salud, que tienen el mérito de continua publicidad en la prensa. Transporte metropolitano -del que según se anunciara ya tendría que estar en marcha-, BIC de As Burgas -creo que su simple anuncio no costó nada-, Cidade da Xustiza... cuántas ruedas de prensa, papel impreso, horas de televisión, anuncios por la radio, dieron que oír, leer, ver, todos estos ‘proyectos’ en el limbo del olvido.


Y hay que recordar que el bipartito, que ahora expira, la primera medida que tomó nada más tomar posesión fue la de paralizar los proyectos del PP, a través de las consellerías de Medio Ambiente y Medio Rural; por lo que por ahí en nada se hipotecaron. Hoy, cuatro años después, nos encontramos compuestos de ‘proyectos’, pero en un momento en el que no sabemos cómo está la caja -no precisamente la de Pandora- e inmersos en una crisis económica que, proviniendo de una ‘Liga das Estrelas’, no ha tocado fondo y sobrevinieron muchas otras prioridades acuciantes.


Cuando nuestros políticos han tenido una querencia irrefrenable por ganarse un titular, aunque fuera a consta de la presentación de un ‘imos facer’ y la salida en la foto, parece que obviaban, o ¿desconocían?, que 35.000 familias gallegas iban a sufrir la crisis con todos sus miembros en paro, y que 80.000 parados no percibirían ninguna prestación ni subsidio. ¡Eso sí!, hablaban que se desgañitaban de prestaciones sociales y estado de bienestar a todas horas, y presentaban intenciones ‘a rachar’. Todo muy lejos de la realidad.



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