Opinión

Inútiles

Abel Caballero aprovecha el micrófono que le ponen cada día delante para atizar a los alcaldes de las ciudades denominadas rebeldes. Aunque sea cuestionable la lealtad institucional del político que también preside la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como le reprochan los aludidos, al regidor de Vigo hay que reconocerle cierta osadía para menear el avispero con el consiguiente riesgo de que su partido salga acribillado. "Nadie me va a impedir decir la verdad. Y es que estos alcaldes son una calamidad, aún peores que los alcaldes del PP", abundó ayer en la crítica para regocijo del presidente de la Xunta y candidato de los populares para continuar en San Caetano.

La opinión de Caballero es nítida. Abiertamente manifiesta que no piensa levantar el pie porque exista la posibilidad de que los socialistas gallegos necesiten pactar con la candidatura de las 'Mareas' para tumbar a Alberto Núñez Feijóo. A seis meses de las elecciones gallegas, quizá Abel Cabellero sea consciente de que parece más probable que la Marea necesite el voto del PSdeG para gobernar Galicia, que los socialistas tengan que apoyarse por la izquierda para recuperar la Xunta a cambio de seguir sosteniendo en el poder a esos regidores inútiles", como lleva semanas predicando el presidente de la FEMP.

Ni los primeros ni los segundos tienen todavía candidato, pero no se puede obviar que la Marea cabalga sobre una ola electoral ascendente con tal de que no rompan nada, que puede parecer poco pero es mucho, y la marca del PSOE padece una grave crisis de identidad difícil de rescatar por mucho énfasis que se aplique en las declaraciones.

Xaquín Fernández Leiceaga ha sido el primero en presentar su candidatura a las primarias que señalarán el cabeza de lista del PSdeG en las elecciones gallegas, pero en campaña no basta con los conocimientos económicos si el voto se pide con la misma efusividad con la que se da un pésame. José Luis Méndez Romeu, el portavoz parlamentario, examina sus cartas y pondera sus posibilidades, aunque la militancia también sabe que sería mejor presidente que cabeza de cartel aunque su capacidad para la oratoria no revista sospechas. En el PSdeG siguen esperando a alguien útil. 

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