Un bebé de nombre... Xinzo

photo_camera Beatriz Fernández, el pequeño Xinzo y José Míguez, en A Pobra do Caramiñal.
Beatriz y José buscaban, para su primer hijo, un nombre sonoro, poco común y que fuese en gallego. En una conversación espontánea alguien dijo "Xinzo", a lo que Beatriz respondió: "Espérate, ¡que me gusta mucho!"

Un bebé es siempre lo más especial para sus padres y, sin duda, encontrar un nombre que refleje ese cariño incondicional hacia quien acaba de llegar al mundo no es tarea sencilla. Hay progenitores que optan por el homenaje llamando al neonato del mismo modo que un ser querido, otros prefieren bautizarlo -o no- con el nombre de moda y, los que más, se quedan en las opciones tradicionales. Mateo, Lucas y Martín fueron los nombres favoritos para los niños gallegos en 2019, según los últimos datos del Instituto Galego de Estadística. Sofía, Noa y Martina, las opciones más repetidas para las niñas. 

Sin embargo, hay padres que optan por revolucionar el nomenclator, romper las estadísticas y huír de convencionalismos apostando por la tierra y sus siempre "riquiños" topónimos para darles un sentido distinto: el nombre del ser que más quieren en el mundo. 

Xinzo ya no es sólo una villa extensa, famosa por su agricultura, su Entroido, su "retranca" y sus ricas patatas, ya que, desde el pasado 11 de diciembre de 2020, Xinzo es también el primer hijo de José Míguez y Beatriz Fernández, de A Pobra do Caramiñal. "Queríamos un nombre en gallego, sencillo y sonoro", recuerda Beatriz, la mamá. "Buscamos mucho, pero no nos acababa de convencer ninguno. Pasamos a mirar localidades, rías... De hecho, de primeras, nos gustó Aldán. Aquí, en A Pobra, hay niñas que se llaman Sálvora, Cíes... ¿Por qué no? Hay que normalizar esas opciones", añade. 

La idea de llamar a su pequeño Xinzo surgió de la manera más espontánea, en mitad de una conversación familiar y entre bromas. Los padres primerizos habían pedido ayuda a su familia para encontrar, mapa en mano, un nombre especial entre la toponimia y la geografía gallega: "¡Xinzo, de Xinzo de Limia!", dijo, en un instante, el padre de Beatriz, a lo que ella respondió: "¡Espérate que me gusta!" Ya no hubo más discusión: "Es una palabra bonita, tiene una sonoridad bonita y es un nombre gallego", opina Beatriz. "La verdad que busqué en el INE, pero no me encontré con nadie que se llamase así. Eso sí, cuando fui a registrar a mi bebé no me pusieron problema ninguno, ¡eh!. Llegué al registro, dije Xinzo, y punto", añade.

Pendiente de visita

Nada une a esta familia de A Pobra con la capital limiana, ni siquiera la han visitado nunca, aunque sí que entra en sus planes de futuro -y cuando la situación epidemiológica así lo permita-: "Hay algo que que me gusta mucho de allí, el Entroido. Siempre quise ir a esa zona a disfrutar de la fiesta, soy muy carnavalera. Al final, por unas cosas y por otras, el trabajo, ahora los cierres y que me quedé embarazada... No he podido. Pero ponerle a mi hijo Xinzo también es una manera de crear un vínculo con esa fiesta que me gusta tanto y que espero poder visitar un día", relata Beatriz, de 31 años. 

b722f096-b2d6-492a-b3e0-00dce2d19913El carrito de Xinzo. 

¿Y si hubiera sido niña? Beatriz asegura que, de no haber nacido niño, su bebé tendría igualmente un nombre especial: "Seguramente optaríamos por Gaia. Sin duda, también menos común", reconoce Beatriz. "Es que de los que hay, me refiero a los más conocidos, lo cierto es que no había ninguno que me convenciera realmente", añade la joven de A Pobra. 

La opción de Xinzo gustó a todos: familia y amigos. "A nuestros amigos les gustó especialmente", asegura Beatriz. "Es cierto que mi pareja, al principio, tiraba más hacia otros nombres, pero como vio que le gustaba tanto a todo el mundo y que nuestros amigos ya le llamaban Xinzo antes de nacer, cuando estaba en la barriga, pues al final le fue entrando poco a poco y ahora, pues le encanta", añade. 

Sobre cómo pueden ver los vecinos de Xinzo de Limia y de Ourense esta opción como nombre, Beatriz entiende "que la gente que es de Xinzo o de Ourense puede alucinar, claro, a nosotros es que nos encanta", asegura. Sin embargo, lo que está claro es que la villa limiana ya cuenta con un embajador de lujo en tierras coruñesas.

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