Los vecinos de la villa salieron a la calle desafiando agua y frío para demostrar su ingenio en la composición musical
Si está claro que el humor unido a la canción siempre es una buena manera de protestar y de criticar todo aquello que no nos gusta, y qué mejor que estas fechas de sátira y de ridiculización para no dejar títere con cabeza, eso sí, con buena rima y ritmo para bailar, que los cuerpos no se paren.
Así que ayer en Xinzo festejaron una nueva edición de su "Festival de la Canción Humorística", donde todo estuvo presente: desde la política, todo un clásico de este género que ya no falta en ningún lugar del mundo, hasta los cotilleos más caseros y de guardar en familia. Todos estuvieron allí, y luego dicen de las chirigotas de Cádiz, como sin en esta villa ourensana no tuvieran inteligencia y capacidad para superarlos y además tienen las pantallas. Pero las ganas de divertirse y pasarlo bien no se circunscribieron al escenario de los artistas. Nada más lejos. Una vez finalizado el Festival, clausurado por supuesto con grandes aplausos, la fiesta siguió por las calles, donde nada podía parar ya a nadie. Así que Torrente se concentró no en vigilar sino en buscar a alguna chica guapa, aunque el militar que desafiaba al frío seguro que le dejó un tanto impactado. Para que la lluvia no desanimara a nadie, en la Praza se instaló una carpa cubierta, pero los vecinos de esta villa no se van a amedrentar por un poco de agua, y también ocuparon las calles. Algunos, como el aizkolari vasco entraron en calor trabajando duro bien cortando el tronco sin ninguna sierra eléctrica, o disputando un reñido partido de tenis.
