La decisión del Concello de Trasmiras de no abrir las piscinas exteriores al público durante este verano “por motivos alleos” y “por non poder garantir o protocolo esixido por motivos covid” ha vuelto a levantar ampollas en esta localidad, especialmente, desde el Bloque Nacionalista Galego, que acusa al regidor local de “incompetencia” y de no tener interés por abrir estas instalaciones en tiempo y forma. Sin embargo, el propio Emilio Pazos, alegaba este lunes que la decisión se fundamentaba en el retraso de las obras de reforma y en la falta de los filtros que permitirían un correcto funcionamiento del sistema de depuración algo que, subrayó, es vital en los tiempos que corren.
Pazos explicó que las dimensiones de las piscinas municipales y su antiguedad -casi 30 años- hacían necesaria una remodelación importante, una intervención en la que se pensó una vez no se pudieron abrir al público el pasado año a causa del covid. “Las piscinas de Trasmiras no están abandonadas, pero había mucha reforma que hacer. El año pasado decidimos meter los Planes Provinciales para su arreglo. Intentamos apremiar todo lo posible su realización, pero no estaba en nuestra mano”, explicó el alcalde. “Impermeabilizamos el vaso para evitar fugas, ampliamos el vaso de compensación y cambiamos las rejillas”, añadió. A pesar de que en un principio el Concello pensaba abrirlas, la tardanza en la llegada de la maquinaria y elementos que renovarían el sistema de filtrado ha impedido, según Pazos, la apertura de las instalaciones. Sin embargo, desde el BNG mantienen que se trata de una “mentira”: “Sabía perfectamente que non o ía facer”. Pazos insistió: “Los cuatro filtros necesarios no dan llegado, y a la portavoz del BNG le dije que abriríamos si nos llegaban”.
