Los vecinos que viven en el pueblo de San Mamede, en Porqueira, sufren desde el pasado sábado la escasez de un bien básico como es el agua. La gestión en este caso y como en muchas localidades limítrofes, es vecinal, y, precisamente, los vecinos eran informados este pasado fin de semana en una reunión sobre la situación: tan solo tendrán suministro desde las 12,00 horas a las 14,00 horas.
Según algunos lugareños consultados, que se mostraban poco dispuestos a profundizar en este asunto, el motivo esgrimido por el responsable de la gestión tenía que ver con la sequía y situación de los manantiales que proporcionan el abastecimiento. Otra vecina, que también prefería mantenerse en el anonimato, solicitaba la instalación de contadores para garantizar el suministro frente a la fórmula de autoabastecimiento por la que se ha optado hasta el momento: “Eu prefiro pagar e ter o servizo. Penso que moita xente non é consciente de que esto non é algo ocasional”.
Este lunes, los habitantes de San Mamede se mostraban resignados, tratando de paliar la situación y aprovechando las dos horas de abastecimiento para ducharse, cocinar o llenar calderos.
Juan Carlos Dafonte, que pasa los fines de semana en este pueblo en el que apenas vive una veintena de vecinos todo el año, lamentaba “un problema de gestión de recursos y de mantenimiento”.
La alcaldesa de Porqueira, Susana Vázquez, alegaba a primera hora de ayer “no tener constancia” de lo que estaba ocurriendo, aunque defendió la gestión y mantenimiento del servicio por parte de los vecinos y adelantó la posibilidad de proporcionarles cisternas: “Es un pueblo que está en la montaña, no es como los de aquí abajo que son los que primeros se quedan sin agua. No obstante, el Concello actuará como con otros depósitos, a los que llevamos cisternas” .
