Regantes y Xunta no llegan a un acuerdo por la ZEPA de A Limia

García-Borregón, Martínez y Álvarez con los regantes. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Los presidentes de las Comunidades de Regantes de A Limia, acompañados por el máximo representante de la Federación Rural Galega (FRUGA), Xurxo Álvarez, se reunían ayer en Ourense con el director xeral de Conservación da Natureza, Ricardo Borregón y el delegado de la Xunta, Rogelio Martínez, para tratar la publicación del Decreto 411/2009 del 12 de Noviembre, por el cual se declara la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en la comarca.
Un encuentro convocado para acercar posturas tras el malestar general entre los titulares de las explotaciones agrícolas y ganaderas de la comarca por los impedimentos que esta figura comporta para el desarrollo de sus actividades, y que después de tres horas de reunión 'non valeu prácticamente para nada', aseguró Xurxo Álvarez, al tiempo que anunciaba la celebración de una asamblea en Xinzo para dar a conocer la situación a agricultores y ganaderos.

Según Álvarez, el encuentro empezó con mal pie con la actitud del delegado provincial al impedir la asistencia a la misma de todos los presidentes, 'e a proposta que nos fixeron foi basearse no desenvolvemento do Plano Director cando eles mesmos recoñeceron na propia reunión que este non era a verdadeira solución ao problema que se vai crear ca inclusión na ZEPA da totalidade das zonas de cultivo', relataba el presidente de FRUGA, quien apuntó que la solución para la comarca pasa por la modificación de la delimitación de la misma, excluyendo las zonas de cultivo y extendiéndola a zonas más despobladas. 'De non ser así preto de 7.000 hectáreas de cultivos de patacas e cereal ou as granxas da comarca estarán ameazados de morte', aseguró.

Desde el Organismo denuncian que la declaración de la zona ZEPA, tal como está planteada hasta ahora, afectará a unas 'siete mil hectáreas' de producción de patata, así como varias zonas de regadío, que van a quedar 'limitadas' por lo que exigieron el cambio de ubicación a otras zonas de baldío.

Además, advirtió de que 'no nos valen medidas compensatorias', al asegurar que 'la primera especie que hay que proteger es al agricultor'.

Este encuentro supone un nuevo revés en el acercamiento de posturas sobre la declaración ZEPA, después de que los sindicatos asegurasen ayer que el futuro plan de ordenación garantizará que 'no haya repercusiones negativas sobre los usos tradicionales agropecuarios' en A Limia.

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