A LIMIA

El sector de la patata prevé la merma de la cosecha este año en A Limia

Patatas. (MIGUEL ÁNGEL)
photo_camera Patatas de A Limia. (Foto: Miguel Ángel).
La meteorología inestable provocó enfermedades fúngicas que dañan la producción en A Limia

Las previsiones para la campaña de recogida de patata de 2023 no son esperanzadoras. Y aunque los productores no se atreven a hablar ya de cifras, todos coinciden en que será una “mala campaña”. Todo ello debido a la inestabilidad climatológica vivida este año, con intensas lluvias y abundante humedad, lo que provocó la aparición de enfermedades fúngicas como el mildiu o la verticilio. “Está fastidiada a cousa, aínda así é atrevido falar de previsións estando en xulio sobre como será a colleita”, señala Óscar Joga, un agricultor de A Limia, quien afirma que está siendo complicado controlar las enfermedades. 

Ante este panorama, los productores de patata asumen que la cosecha no será buena. Si el año pasado se recogieron unos 80 millones de kilos y tampoco fue un buen año -disminuyó un 35%-, este 2023 los productores hablan de “un 45% de perdidas polo menos, todo foi desfavorable para a pataca este ano, o clima e as enfermidades…”, lamenta Julio Montero, otro productor de la comarca que cosecha patata y cereal. 

Ahora, tendrán que esperar a finales de septiembre o principios de octubre para comenzar a recoger los tubérculos y ver los resultados reales. Con más de 3.000 hectáreas de patata, la producción normal en A Limia son 120 o 130 millones de kilogramos recogidos, pero las condiciones meteorológicas no han ayudado a los productores en los últimos años. “É o perigo do campo, o tempo que non podemos controlar”, comentan. 

“O ano pasado foi a seca e este ano a intensa choiva e as enfermidades que implicou. De todas formas, houbo moitas hectáreas que se replantaron de segunda e que estarán nacendo, aínda hai esperanza”, explica Amador Saborido, agricultor y presidente de la comunidad de regantes “Nova Limia”. “Este ano penso que vai haber patata de maior tamaño que o ano pasado, porque o tempo non apreta tanto o calor, pero a conservación non vai ser moi longo”, añade. 

El cereal y la colza

La cosecha de colza, que ya ha finalizado, no ha sido favorable para los agricultores de A Limia este 2023. “O ano pasado recollemos entre 3.500 e 4.000 kilos por hectárea, pois este ano o rendemento foi de 1.500 e 2.000 por hectárea, non foi unha boa campaña”, lamenta Julio Montero. Y es que como explica Amador Saborido, “a produción de colza baixou moitísimo, antes non tiña enfermidades e agora xa empeza a coller, ao haber saturación é o que pasa”. 

Algo que notaron los agricultores y que les hace perder las esperanzas con la cosecha del cereal de invierno, que se está empezando a cosechar, y con el de primavera, que se comenzará en agosto. “A situación este ano é crítica”, anota Montero, quien habla de un 35-45% de pérdidas en lo que al cereal y colza se refiere, suponiendo mucho para los bolsillos de los productores: “Foi unha das campañas máis caras de fitosanitarios e o cereal vaise vender máis barato que o ano pasado, non son boas novas para nada”, concluye. 

Con este panorama, los productores de A Limia están a punto de culminar un año agrario con mal sabor de boca. La única esperanza es que los meses de verano y su clima favorezcan a la patata. Lo primordial: acabar con las enfermedades fúngicas que tomaron los tubérculos, los cereales y la colza. “Este ano sufriu toda a produción, perdemos moita planta e os rendementos, por exemplo da colza, foron baixos. Non hai moi boas previsións”, concluye Óscar Joga. 

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