El comité de empresa de los trabajadores de la Vidriera do Atlántico, con sede en Xinzo, pidió la mediación del delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez, para lograr un acuerdo de mínimos que cierre el conflicto iniciado en diciembre de 2008, según un comunicado.
En su escrito, el comité de empresa presidido por Plácido Valencia Rodríguez, y el secretario comarcal de la CIG en Verín, Manuel Anxo García Torres, dieron a conocer la carta enviada al superdelegado en Ourense para pedirle su mediación.
Los trabajadores explicaron, en su escrito, que desde diciembre de 2008 desarrollaron varias acciones de presión y movilizaciones contra la decisión de la empresa de suspender la negociación colectiva.
El conflicto comenzó, según los empleados, por la represión disciplinar contra algunos trabajadores que sufrieron siniestros laborales y tras la decisión empresarial de mantener condiciones infralegales para gran parte de los empleados, a los que le asignaron categorías profesionales no acordes con su trabajo.
El colectivo consideró que la empresa Barbosa-Almeida, propietaria de la vidriera de Xinzo, mantiene una postura intransigente que le lleva a rechazar las alternativas presentadas por los representante de los trabajadores, incluida la oferta de reducir los salarios.
Los empleados creen que los directivos del grupo Barbosa-Almeida se dedicaron a lanzar advertencia públicas y amenazas expresas sobre el cierre de la empresa de Xinzo y las vincularon con las 6 huelgas de 32 horas desarrolladas por los trabajadores.
Comité y sindicato solicitaron al superdelegado en Ourense que les convoque junto con los directivos de la empresa para intentar un acuerdo mínimo que permita reiniciar el inexistente proceso negociador.
Los trabajadores explicaron, en su escrito, que desde diciembre de 2008 desarrollaron varias acciones de presión y movilizaciones contra la decisión de la empresa de suspender la negociación colectiva.
El conflicto comenzó, según los empleados, por la represión disciplinar contra algunos trabajadores que sufrieron siniestros laborales y tras la decisión empresarial de mantener condiciones infralegales para gran parte de los empleados, a los que le asignaron categorías profesionales no acordes con su trabajo.
El colectivo consideró que la empresa Barbosa-Almeida, propietaria de la vidriera de Xinzo, mantiene una postura intransigente que le lleva a rechazar las alternativas presentadas por los representante de los trabajadores, incluida la oferta de reducir los salarios.
Los empleados creen que los directivos del grupo Barbosa-Almeida se dedicaron a lanzar advertencia públicas y amenazas expresas sobre el cierre de la empresa de Xinzo y las vincularon con las 6 huelgas de 32 horas desarrolladas por los trabajadores.
Comité y sindicato solicitaron al superdelegado en Ourense que les convoque junto con los directivos de la empresa para intentar un acuerdo mínimo que permita reiniciar el inexistente proceso negociador.
