Sospechan que alguien vertió gasóleo en el agua y temen ‘morir envenenados’

Los vecinos de Tosende piden soluciones penales contra los sabotajes en la traída

Una vecina se dispone a coger agua en la fuente del pueblo. (Foto: Xesús Fariñas)
Los vecinos de Tosende (Baltar) tienen que recurrir a pozos y fuentes para abastecerse de agua. Disponen de abastecimiento desde hace años, pero la red está inutilizada desde el pasado viernes, cuando se percataron de que habían arrojado combustible en el depósito. El vecindario solicita que sea detenido el autor del sabotaje ante el temor de que pueda envenenarlos.
Morir envenenados con un producto químico, que llegue a las casas a través de la red de abastecimiento de agua. Este temor se instaló entre los vecinos de Tosende (Baltar) ante los continuos sabotajes en la traída. En el pueblo residen 30 familias y la mayoría las forman personas de la tercera edad. Desde hace años, tienen servicio de agua en sus domicilios, pero desde el pasado viernes se abastecen en pozos y fuentes. José Fernández ya superó los 70 años y ayer cargaba con dos cubos de agua desde la fuente pública ‘porque el agua de la traída sólo sirve para echar en el retrete. Tiene mucho cloro y no vale ni para lavar la ropa’, lamenta.

En la fuente había cola a las diez de la mañana. El vecindario esperaba coger agua ‘para poder lavar la cara y hacer la comida. Uno no sabe cuánto vale el servicio de abastecimiento hasta que te quedas sin él’, apunta Jesús Seguín.

El vecindario conoce bien la comodidad de tener agua en las casas. De hecho, hace más de dos décadas trabajaron, codo con codo, para buscar un manantial, realizar la captación e instalar la red hasta sus domicilios. Pero este esfuerzo está siendo ignorado y la traída fue objeto ya de dos sabotajes. En el primero destrozaron parte de la tubería y la captación y el pasado viernes echaron combustible, posiblemente gasóleo, en la red. El vecindario se niega acusar a nadie, pero exige a la Guardia Civil que investigue e identifique al autor para reclamarle responsabilidades: ‘Que pague el daño que está haciendo. En el pueblo nos conocemos todos y tenemos sospechas, pero faltan pruebas’, añade, Jesús Seguín.

Vaciar la red

El combustible impregnó los colectores, depósito y tuberías de un fuerte olor, que está constando eliminar. El Concello solicitó ayuda a la Diputación y a los técnicos de Aquagest, que en colaboración con los vecinos, vaciaron toda el agua acumulada en las tuberías y depósito. Después echaron grandes cantidades de cloro para desinfectar y limpiar las conducciones y depósito. ‘Queda por limpiar el tramo que hay entre el depósito y la captación. En dos días, los vecinos ya dispondrán de agua en sus domicilios’, apuntó el alcalde, José Antonio Feijóo, recal cando que los sabotajes son ‘un hecho gravísimo que hay que castigar’, aseguró.

A lo largo de pueblo, varios carteles advierten a los vecinos de no utilizar el agua de la traída debido a la utilización de productos químicos para limpiar el combustible. La advertencia caló entre el vecindario pero no sólo por la alta concentración de cloro en el agua, también porque temen que el autor de sabotaje repita su hazaña y eche algún producto químico en la red para envenenar a todo el pueblo. ‘Tienen que cogerlo porque no podemos vivir con este temor’, lamenta Jesús Seguín.

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