El Cuartel de la Guardia Civil de Xinzo tuvo ayer mucho más movimiento del habitual. Un grupo de pequeños "agentes" del Colegio Carlos Casares, enfundados en sus chalecos reflectantes y dispuestos a conocer los entresijos del día a día dentro de las fuerzas y cuerpos de seguridad locales, llegaron hasta el lugar en el que dos días antes estuvieran otros de sus compañeros. Allí, los pequeños de cinco años de edad conocieron las señales viarias, cómo se hace un control vial o de qué manera se colocan los conos para desviar el tráfico.
También se subieron a bordo de los coches de las patrullas de Tráfico de Verín, de la Policía Local antelana o de las motos de los guardias, siempre bajo la atenta supervisión de los agentes y de las profesoras que los acompañaron. Alguno mostró su curiosidad a la hora de hablar por el megáfono o ver la mampara incrustada en el interior de los vehículos: "Ahí van los malos", contestaba rauda otra pequeña.
La iniciativa partió del propio centro escolar y no es la primera vez que se hace, ya que, año tras año, los escolares se acercan hasta estas instalaciones para conocer desde pequeños las diferencias existentes entre los distintos cuerpos de seguridad -previamente visitaron el puesto de la Policía Local, ubicado al lado del Concello de Xinzo, y caminaron hasta el cuartel de la calle Ladeira-. En el operativo también participaron algunos voluntarios de Protección Civil de la capital comarcal.
