"No pretendemos ser Pink Floyd"

"La música de Pink Floyd es tan especial que sus fanáticos lo son de verdad, hasta la médula. Si interpretas sus canciones, lo tienes que hacer bien", explica Antonio Fernández, el batería de la banda Pink Tones. "Y nosotros somos fanáticos", argumenta. 

Hace 14 años que los integrantes del grupo, enamorados de la música de Pink Floyd, decidieron comenzar juntos un "humilde" proyecto. "El objetivo era tocar música y pasárselo bien", dice Fernández. El primer concierto fue una "prueba de fuego" delante de una audiencia que añoraba a la desaparecida banda. "Era una sala de Madrid, muy chiquita. No sabíamos si íbamos a gustar, pero la gente reaccionó tan bien que seguimos trabajando sin dudarlo", comenta el batería. 

Las salas más pequeñas dieron paso a teatros o auditorios, y de Madrid se fueron de gira por toda España, varias veces. 

¿El secreto? "Ni somos Pink Floyd, ni lo pretendemos. Nosotros interpretamos sus temas, de la misma forma que una orquesta sinfónica toca las composiciones de Mozart", comenta el músico. La propuesta de Pink Tones es, en sus propias palabras, "una versión humilde y fiel" que juega con las melodías y la puesta en escena. "Para nosotros es importante recrear las atmósferas que Pink Floyd ofrecía en sus conciertos. Trabajamos mucho las luces y las proyecciones", explica. De hecho, Fernández cuenta que, desde su última actuación en Ourense, allá por el 2015, han dado una "vuelta de tuerca" a la propuesta escénica, con la suma de nuevos elementos tecnológicos. "Ahora tenemos novedades como un hinchable de cuatro metros y medio que entra en el escenario, además de nuevos instrumentos, más fieles al sonido de los 70", comenta. 

El show llega al Auditorio Municipal este sábado a partir de las 21,00 horas para disfrutar y divertirse con el público. "Son tres horas de concierto sin pausa, en las que presentamos dos discos íntegros de la banda, algo que no se ha hecho nunca en España", afirma el batería.