La casualidad ha querido que la música de banda y la gaita de fole hayan tenido esta semana en Allariz su centro de formación, con músicos llegados de diferentes puntos de la península y hasta gallegos residentes en el extranjero.
Clarinetes, flautas, trompetas o saxofones andan estos días de aquí para allá, en los estuches de sus estudiosos propietarios con motivo del "I Curso de Perfeccionamiento Instrumental" que desde el miércoles se desarrolla en la villa del Arnoia. Más de 60 músicos, la mayoría alumnos de la escuela alaricana, pero también músicos de Ourense, A Coruña, León, Barcelona o Madrid, participan en el taller de la Casa da Mocidade que persigue "dar una visión más amplia sobre la música de banda y sus instrumentos", explica José Vega, presidente de la Asociación Unión Musical de Allariz, que en 2013 se propuso llenar el vacío de 50 años sin banda municipal, y que hoy cuenta con dos agrupaciones (Unión Musical con 42 músicos y la Joven con 30) y una escuela con 65 alumnos.
Calle abajo, y ya en el casco histórico alaricano, son los sonidos de la gaita de fole los que llenan el ambiente de la casa-museo de Vicente Risco. La fundación clausuró ayer tres días de intensa formación impartida por Paulo Gonçalves donde los alumnos, gallegos residentes en las cuatro provincias, pero también en Euskadi, Irlanda o Suiza, han tenido la oportunidad de conocer y profundizar en la historia, técnica y repertorio (anterior a 1800) del instrumento diseñado para tocar en interiores.
