Medio Ambiente ha puesto en marcha en Xunqueira de Espadañedo el segundo centro de tratamiento de residuos de la construcción de la provincia -el primero es el de Leiro-, estando previsto la implantación de otro en O Barco para cubrir, así, la gestión de las 101.626 toneladas anuales de escombros que se generan en Ourense, la única zona gallega sin plantas privadas.
O futuro pasa pola innovación e o respeto o medio ambiental, e en materia de residuos pola reducción e reutilización. El conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, pronunció estas palabras durante el acto de inauguración de la planta de residuos de construcción y demolición (RCD) que la Xunta ha puesto en marcha en Xunqueira de Espadañedo para gestionar las 74.000 toneladas de escombros anuales que el sector de la construcción genera en las comarcas de Ourense, Allariz y Maceda.
La planta, que ha supuesto la creción de 10 puestos de trabajo, tiene capacidad para recibir unos 25 contenedores diarios con escombros, de los que se reutilizarán más del 50%. Según el director xeral de Calidade Ambiental, Joaquín Buergo, el proceso comienza con el transporte en camiones de los residuos desde las obras a la planta, donde se pesan y descargan en contenedores. Posteriormente, una máquina los separa en diferentes contenedores, para su reutilización -una parte del material se utilizará para recuperar la zona (canteras y explotaciones mineras)-.
Esta central, que ha supuesto una inversión de 656.000 euros, es la segunda que se crea en la provincia (hay otra en Leiro) -donde no hay ninguna instalación privada, frente a las 23 que hay en el resto de la Comunidad- y la novena de Galicia.
En aplicación del principio de proximidad, Manuel Vázquez avanzó que la Consellería implantará otra planta en O Barco, para asistir las necesidades del sector en la zona oriental; un centro verde en San Cibrao das Viñas para dar salida a los residuos generados por el polígono industrial, y un vertedero de residuos no peligrosos en A Rúa. Ourense é, polo tanto, un referente en políticas medio ambientales, concluyó.
La planta, que ha supuesto la creción de 10 puestos de trabajo, tiene capacidad para recibir unos 25 contenedores diarios con escombros, de los que se reutilizarán más del 50%. Según el director xeral de Calidade Ambiental, Joaquín Buergo, el proceso comienza con el transporte en camiones de los residuos desde las obras a la planta, donde se pesan y descargan en contenedores. Posteriormente, una máquina los separa en diferentes contenedores, para su reutilización -una parte del material se utilizará para recuperar la zona (canteras y explotaciones mineras)-.
Esta central, que ha supuesto una inversión de 656.000 euros, es la segunda que se crea en la provincia (hay otra en Leiro) -donde no hay ninguna instalación privada, frente a las 23 que hay en el resto de la Comunidad- y la novena de Galicia.
En aplicación del principio de proximidad, Manuel Vázquez avanzó que la Consellería implantará otra planta en O Barco, para asistir las necesidades del sector en la zona oriental; un centro verde en San Cibrao das Viñas para dar salida a los residuos generados por el polígono industrial, y un vertedero de residuos no peligrosos en A Rúa. Ourense é, polo tanto, un referente en políticas medio ambientales, concluyó.
