De aprendices a jueces. Los usuarios de las aulas Cemit de Bande y Celanova participaron ayer en una prueba, enmarcada en un proyecto europeo, para evaluar las páginas web de la administración con el objetivo de fomentar los "e-services" entre la población.
Nerviosos y orgullosos. Así se sentía una decena de vecinos de Bande y Celanova que ayer participó en un proyecto de innovación e investigación europeo enmarcado en el "Horizonte 2020" que persigue mejorar la experiencia de los ciudadanos y las empresas en sus interacciones diarias con la administración pública a través de internet.
Las dos aulas Cemit ourensanas, cojuntamente con otras ocho gallegas fueron seleccionadas, por el tipo de usuario de sus instalaciones (mayores de 55 años) y su ubicación rural, para representar a España en el proyecto Simpático, que pretende simplificar a través de las tecnologías de la información la interacción entre la Administración y los ciudadanos y empresas. La iniciativa está coordinada por la Fundación Bruno Kessler (Italia) y en ella, además de las aulas Cemit de Galicia, participan grupos de evaluación de Trento (Italia) y Sheffield (Reino Unido).
Cómo reservar una plaza en el Programa de Bienestar en Balnearios de la Xunta fue el reto escogido para las aula Cemit. Con un perfil falso y utilizando una plataforma ficticia de sede electrónica, que iba grabando todos los movimientos que realizaban en la pantalla, los mayores llevaron a cabo la reserva "con éxito, aunque con algún que otro problema", reconocía finalizada la sesión Jorge González, agente TIC de Bande, que confirmó que su pasos serán ahora evaluados de forma anónima para detectar los errores y dificultades que presentan las diferentes páginas.
Tras hora y media tecleando, la conclusión a la que llegaron los mayores banduenses es que "a plantilla para levar a cabo este tipo de tramitación é moi larga e tediosa", reconocían, a lo que su mentor añadía la necesidad de "simplificar la información que se le pide, al menos en el caso de este tipo de usuarios. Quizás separando la información por pantallas, se facilitaría la comprensión", dijo. En Celanova, los asistentes reivindicaban la necesidad de que se impartan cursos sobre esta temática para acercar el uso de la administración electrónica. Asimismo, confesaban que "por eles sós, xamais farían unha reserva así por internet, máis que nada polo medo para cometer algún erro", reproducía Laura Fernández, responsable del aula celanovesa.
Los participantes, que durante unas horas dejaron su papel de aprendices de nuevas tecnologías para convertirse en examinadores de la administración, bromeaban con que "despois de tanto traballo, non nos deixan desfrutar da reserva que fixemos nos balnearios".
