La CEO buscará apoyo luso a la prolongación de la AG-31

Alcaldes de ambos lados de la “raia” en el acto celebrado en agosto en A Madalena.
photo_camera Alcaldes de ambos lados de la “raia” en el acto celebrado en agosto en A Madalena.
La Comisión de Infraestructuras solicitará una reunión con sus homólogos de Confminho

La Comisión de Infraestructuras de la Confederación Empresarial de Ourense (CEO) solicitará una reunión con sus homólogos lusos de la Confminho, conformada por asociaciones empresariales de 14 municipios anexionados en la Confederação Empresarial do Alto Minho y el Conselho Empresarial do Ave e do Cávado, para reivindicar la “necesidad” de acometer la prolongación de la autovía AG-31 desde Celanova hasta la IC-28 en Arcos de Valdevez. 

Un día después de conocerse los plazos de la Xunta para el proyecto de mejora del actual trazado de la OU-540, en fase de redacción, el presidente de la comisión, Alejandro Cruz, confirmó que “vamos a intentar reunir a los empresarios del lado portugués y ourensano para poder hacer un acto público y reivindicativo para la prolongación de la autovía”, dijo Cruz, tras una reunión en la que estuvo presente Pablo Álvarez, vecino de Lobios e impulsor de la iniciativa surgida hace ahora un año para reivindicar la finalización de la autovía bautizada como “Celanova-Xurés”. “Seguimos adelante, visto que la Xunta -titular de la AG-31 y la OU-540- no muestra indicios de implicarse a fondo con este tema, escudándose en que debe ser el Gobierno central. Estamos moviendo hilos para que esta reivindicación siga adelante. El proyecto de acondicionamiento de la OU-540 no es lo que la sociedad y las empresas piden”, incidía Álvarez. 

El vial autonómico OU-540 es la comunicación natural entre la ciudad de Ourense y el corazón del Alto Miño, un recorrido de 97 kilómetros entre las áreas empresariales de San Cibrao y Arcos de Valdevez.

El itinerario alternativo que, tal y como reconocía ayer Alejandro Cruz, realizan los transportistas ourensanos para llegar a los clientes del otro lado de la ‘raia’, suma 156 kilómetros por la A-52 hasta Tui y después la A-3 lusa. “Es más fácil y, sobre todo, un itinerario más seguro”, definía Cruz, a pesar del incremento del tiempo y el coste económico, no solo en kilómetros, también los peajes.

Reivindicaciones

La prolongación de la autovía AG-31, además de dinamizar la zona y favorecer el turismo transfronterizo, “abriría una nueva vía de negocio de la provincia con Portugal”, dijo Cruz. Algo que saben bien en Baixa Limia, y que desde 2011 defiende la plataforma Plabali. Lino Perdiz, miembro y empresario de Muíños, trasladaba su resignación ante un proyecto que se eterniza y que, al final, la mejora del trazado actual, no es el que la comarca lleva décadas reivindicando. “Agora din que sairá a exposición despois de verano… Isto eternízase”, dice sin saber aun si la administración ha tenido en cuenta las alegaciones que particulares e instituciones realizaron a la propuesta de mejora presentada en marzo de 2022, especialmente en esos cinco últimos kilómetros hasta la frontera y en los que el departamento de Ethel Vázquez no incluyó ninguna medida al afectar al parque natural.

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