La Guardia Civil de Tráfico detuvo en la madrugada del domingo a una joven de Sandiás, identificada como E.P.P., de 25 años, y a un vecino de la ciudad, D.C.G., de 30, como presuntos autores de los delitos de amenazas, agresión y resistencia a los agentes de la autoridad, así como contra la seguridad vial.
El arresto se produjo a las 06.45 horas en la carretera N-525 cuando se dirigían a Ourense, después de que los agentes establecieran una amplio dispositivo de vigilancia al saltarse un turismo el control de alcoholemia que tenía establecido en los alrededores de Allariz.
La persecución del vehículo comenzó pasadas las 06.00 horas después de que los agentes dieran el alto a un vehículo, cuyo conductor, D.C.G., lejos de obedecer, pisó el acelerador y escapó por la carretera N-525, en dirección a Ourense. La joven viajaba de copiloto .
Los agentes solicitaron refuerzos a la Comandancia, al tiempo que 'blindaban' los accesos a la ciudad, la autovía Rías Baixas y las carreteras N-120 (Ourense-Monforte) y la N-541 (Ourense-Pontevedra). Una patrulla interceptaba el vehículo en San Cibrao y solicitaron al conductor que realizara la prueba de alcoholemia, pero éste se negó y comenzó a increpar a los agentes, llegando a empujarlos y forcejear con ellos, por lo que tuvieron que reducirlo y colocarle las esposas.
Posteriormente, el arrestado realizó la prueba de alcohol, arrojando un resultado positivo, más del triple de la tasa permitida.
La persecución del vehículo comenzó pasadas las 06.00 horas después de que los agentes dieran el alto a un vehículo, cuyo conductor, D.C.G., lejos de obedecer, pisó el acelerador y escapó por la carretera N-525, en dirección a Ourense. La joven viajaba de copiloto .
Los agentes solicitaron refuerzos a la Comandancia, al tiempo que 'blindaban' los accesos a la ciudad, la autovía Rías Baixas y las carreteras N-120 (Ourense-Monforte) y la N-541 (Ourense-Pontevedra). Una patrulla interceptaba el vehículo en San Cibrao y solicitaron al conductor que realizara la prueba de alcoholemia, pero éste se negó y comenzó a increpar a los agentes, llegando a empujarlos y forcejear con ellos, por lo que tuvieron que reducirlo y colocarle las esposas.
Posteriormente, el arrestado realizó la prueba de alcohol, arrojando un resultado positivo, más del triple de la tasa permitida.
