Julio Costa: “Razones de trabajo me llevaron hasta Francia con tan sólo 26 años”

Julio Costa Cerqueira.
photo_camera Julio Costa Cerqueira.

Julio Costa natural del pueblo de la Illa, emigró a Francia, a Nancy, tan solo con 26 años. Ahora, con 90 cumplidos, viene todos los años a pasar el verano a su pueblo natal, con su familia (hijos, nietos…), donde pasa casi un mes disfrutando de A Illa. Aunque ya está jubilado, su corazón está partido entre Galicia y Francia. “Quizás más un poco en Francia porque tengo mis hijos, nueras, todo, allá y no puedo venir definitivamente”. Comenta que no está para nada arrepentido de haber marchado porque aquí no tenía trabajo o eran muy precarios.

Venir al pueblo después de estar viviendo 60 años fuera es una gran satisfacción

Con lo cual lleva por tierras galas más de 65 años. Al principio, comenta, en Francia fue un poco duro pero, según iban pasando los años, mejoraba y ahora se siente totalmente cómodo, como un francés más, con todos los privilegios.

¿Recuerda qué año se marchó de A Illa? 
Lo recuerdo perfectamente fue el 22 de octubre del año 1957. Con valentía, sin mirar atrás.

¿Por qué decidió que Francia era su destino?

Porque, por aquel entonces, había vecinos de A Illa allí. Me echaron una mano en un primer momento, aunque después ya me las arreglé sólo en muy poco tiempo.

Escogí Francia porque en aquel tiempo había vecinos de A Illa allí y me echaron una mano

¿Qué significa para usted venir cada verano a su pueblo natal y Galicia?

Venir al pueblo después de estar viviendo 60 años fuera es una gran satisfacción,  es la alegría de encontrarme con mi familia de aquí, los vecinos. El contacto con esta gente y las fiestas y las comidas familiares es lo que más disfruto en los veranos.

Regreso todos los años para no olvidarme de mis raíces

¿Qué es lo que más le gusta de veranear aquí?

No olvidarme de mis raíces y ver cómo va cambiando el pueblo a mejor año tras año, modernizándose.

¿Qué recomendaría a los turistas de esta zona?

Principalmente que vivimos en un entorno privilegiado por la proximidad al Parque Natural do Xurés y cerca  de Portugal, y eso es un gran privilegio; a los franceses, por ejemplo, les encanta este recuncho.

¿Y algún detalle negativo?

Nada, aquí hay de todo.

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