Las explotaciones de Lobios se ven obligadas a regalar la leche al no encontrar fábrica que la recoja

Las vacas de Grou buscan comprador

Varias explotaciones ganaderas de Grou (Concello de Lobios) llevan cerca de una semana regalando leche al no conseguir comprador para su materia prima. Después de 30 años en el sector, la propietaria de una de ellas, Mercedes Delgado, se está concienciando para abandonar el negocio familiar.
Hacer requesón y regalar la leche entre sus vecinos de Silvares, en la parroquia de Grou (Concello de Lobios) se ha convertido en la única solución para la propietaria de la explotación ganadera dedicada al sector lácteo, María de las Mercedes Delgado. ‘Algo habrá que hacer, no la voy a tirar’, lamentaba. Después de 30 años trabajando en la explotación familiar, a finales del mes de julio la fábrica que se encargaba de retirar la producción rescindía el contrato de recogida. ‘No hemos encontrado nadie que esté dispuesta a venir a buscar la leche a Lobios’, confesaba la propietaria de la única explotación de vaca frisona desde Celanova hasta la frontera portuguesa, pese que ya llevan varias semanas buscando. ‘Ya estoy concienciándome para ceder su explotación, porque sino me la quitan’, confesaba.

Ante esta situación, estos días Delgado optaba por iniciar el proceso de secado de los animales. ‘Las vacas lo están pasando mal, porque al quitarles el pienso, secan. Pero ¿qué otra solución queda?’, preguntaba.

La otra cara La dispersión y el coste que supone ir a recoger la leche a estas pequeñas explotaciones familiares obligaba a Leopoldo Martínez a suprimir la ruta de recogida por 18 municipios de Ourense y zona sur de Pontevedra, incluida la explotación de Grou. Una decisión que se ha precipitado por la crisis económica y la dura competencia de los productores europeos, principalmente de Alemania, Holanda y Francia, que han mermado las ventas del propietario de esta fábrica de quesos ubicada en Celanova. ‘No tengo medios para mantener la ruta por las explotaciones y la producción me sobra’, reconocía el empresario celanovés quien apunta que el futuro de la fábrica pasa por reducir costes. ‘Somos cinco empleados y los costes son menores si realizo la compra a través de intermediarios que si lo continuamos con las explotaciones directas’, reconocía.

Un duro trabajo los 365 días del año

El presente y el futuro de pequeñas explotaciones como la de Silvares, en Grou, no es fácil. ‘La Xunta dice que no puede obligar a las empresas a recogernos la leche pero, para nosotros el trabajo es el mismo porque a las vacas hay que ordeñarlas noche y día los 365 días del año’, protestaba Delgado quien, a pesar de la complicada situación por la que atraviesa el sector lácteo, subrayaba la buena marcha del negocio familiar que, en la actualidad, cuenta con 17 ejemplares. ‘Con más animales llegamos a sacar hasta 2.000 litros de leche a la semana, pero hemos ido reduciendo primero a 1.000 litros y estos días hasta los 600 litros. Del precio no me puedo quejar, 23 céntimos el litro’.

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